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Los hijos predilectos del sistema/Del tintero

Fidencio Treviño Maldonado

Un problema nacional es que ni usted ni yo, amigo lector, podemos recurrir directamente a los tribunales del IFE

para exigir justicia en

materia electoral.

Érik Guerrero Rosas. Los demonios de la transición.

por esta vez no mencionaré a los burócratas, ese pulpo de mil brazos y la llamada mascota del sistema “La Tortuga” como lo es esta grotesca pero necesaria agrupación ¡no!, ahora entraré al ‘País de las Maravillas’ de Lewis Carroll y al ‘Mundo Feliz’ de Aldous Huxley al entorno del ‘Rey Midas’, los hombres y mujeres que viven en la hoguera de la vaguedad y en el mundo de la frivolidad: me refiero a los dueños de los partidos políticos y al mismo Instituto Federal Electoral (IFE).

De entrada al asunto y para darnos una idea este año 2005 nos costará a los mexicanos 110 mil pesos diarios mantener sólo a los nuevos partidos políticos, pero esto no es todo, si vemos a un partido que se alquila al mejor postor como lo es el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que recibe más de medio millón de pesos diarios ($547 mil), mientras otra rémora como lo es Convergencia recibirá 131 millones por año, etcétera, etcétera.

Lo raro no es que en México se dé esa disparidad en dinero gastado o tirado a la basura como es el destinado a los partidos o negocios políticos, lo ignominioso del asunto es que comparado con la lana destinada a los programas de interés social, en los partidos políticos es excesivo.

Un México pobre, lleno de políticos ricos, donde se gasta más en campañas electorales que en los países de primer mundo como España, Japón y el mismo Estados Unidos de Norteamérica ¡de ese pelo! no es justificable de ninguna manera, aún así muchos “dueños” de estos partidos se inconformaron con el IFE entre ellos el “Niño Verde” que impugnó a este instituto y ya pide la cabeza de varios de los consejeros de este instituto electoral, todo porque les prohibieron que el presidente de su partido se convirtiera en guía moral o se logre entronizar a los jefes de este instituto político; asunto que inclusive llegó hasta el Honorable Congreso de la Unión, sobre todo defendido también por la bancada priista: un binomio que participa en la misma liga de corrupción, que quieren tener como rehenes a todos los que no se prestan en sus miasmas y anomias.

El nacimiento de nuevos partidos políticos hace que la cifra destinada a la democracia sólo en 2005 en el país sea de más de seis mil millones de pesos (seis mil 400 millones para ser exactos), esto sin contar algunos grupos estatales que recibirán otros 50 millones y sin descartar las 68 agrupaciones políticas nacionales con otra cantidad de lana del pueblo.

Lejos andamos los mexicanos de la democracia y de ver unas elecciones transparentes con urnas limpias y resultados fidedignos -más cuando mucho de ese dinero destinado a las campañas políticas va a parar a cuentas bancarias particulares, partidos políticos que son formados por una o dos familias, el caso del Verde Ecologista, México Posible o aquel PT que el mismo PRI formó para restarle votos al PRD en 1988 con Cecilia Soto como candidata, (ahora premiada con un consulado en Brasil), son un claro ejemplo.

Otros son los nuevos partidos como “Nueva Alianza” (SNTE), cuya dueña es la profesora rural más rica del mundo, Elba Esther Gordillo Morales o “Partido Nueva Generación”, Partido Alianza Socialdemócrata Campesina y Popular, Partido Conciencia Política, Partido Alternativo Socialdemócrata, una ex dirigente del México Posible y otros que se formaron al vapor buscarán alianza con alguno de los tres partidos fuertes (PAN, PRI, PRD) en México para rentar sus miembros por un puesto administrativo de su dirigente.

Qué le puede importar al presidente del IFE esto de que uno o dos partidos vengan a engrosar y descomponer el de por sí entorno político nacional, si Luis Carlos Ugalde jefe del IFE recibe un sueldo superior al del presidente de la República (casi 300 mil al mes) con ese salario para vergüenza de los más de diez millones de obreros calificados mexicanos que no ganan ni el cinco por ciento de ese sueldote poco o nada le puede importar la democracia en nuestro país.

Aunque no hay que olvidar lo que gana un magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ($400 mil al mes), aquí se pierde toda realidad de la magnitud y de lo que puede suceder en los chanchullos post electorales, durante las campañas y desde luego a la hora de votar, cuidando entre otras cosas el dinero del narco que gravita en muchas campañas y destinados a comprar votos y conciencias, inclusive algunas autoridades del mismo Trife e IFE en los estados donde se lleva a cabo alguna elección.

La danza de los millones destinada a los partidos políticos y a los candidatos del presente año ya comenzó, en ella caben todos los dinosaurios, viejos, jóvenes y aspirantes a vivir en el mundo feliz, con la sonrisa congelada, en glamorosas cenas y caras pasarelas en un nuevo negocio donde la inversión y los riesgos son pocos y la ganancia es mucha como lo es la política nacional y sobre todo ser jefe de uno de los tantos partidos que los mexicanos hemos consentido y lo peor a muy alto costo social y económico.

Ante esto a los ciudadanos, sólo un camino nos queda y es el de ser simples espectadores y no dejar que cada mequetrefe hijo de vecino metido a político, nos quiera vender espejitos y cuentitas por algo muy valioso que es la libertad.

En México con tres partidos PRI, PAN y PRD tenemos (y se me hacen muchos) y con la cuarta parte del dinero (1,600 millones de pesos al año) se podría llevar a cabo una buena elección, más en un país donde a cada momento nos quieren vender la llave de la democracia.

¿O tú como ciudadano común y simple pagador de impuestos cómo la ves?

Correo electrónico:

linga_1031@hotmail.com

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