Muchos se alinearon en las calles de la capital para saludar al papamóvil vacío que hizo su paso por última vez.
MÉXICO (AP).- Cientos de peregrinos que acogieron calurosamente al papa Juan Pablo II en sus cinco visitas a México se congregaron el viernes por la madrugada para asistir a una misa fúnebre iluminada por cirios.
Muchos otros se alinearon en las calles de la capital para saludar al papamóvil vacío que hizo su paso por última vez.
Multitudes llorosas llenaron la enorme Basílica de Guadalupe donde el pontífice canonizó al santo indígena Juan Diego en el 2002, en una triste despedida en momentos en que se procedía al funeral del Papa en el Vaticano.
Los que no pudieron entrar en la basílica se agruparon en la espaciosa plaza exterior, iluminada en la noche por millares de cirios y los reflectores de helicópteros que vigilaban el espacio aéreo.
Los dignatarios de la Iglesia dieron comienzo a la misa con una procesión solemne hasta el altar de la basílica, llevando prendas de vestir que el Papa usó cuando estuvo aquí y una silla en la que se sentó para hablar a más de 100.000 personas en el Estadio Azteca en enero de 1999.
La mayor televisora mexicana, Televisa, transmitió en vivo la misa desde Roma, y los fieles siguieron los detalles llorando y llevándose al pecho imágenes del pontífice fallecido.
Antes de la misa, docenas de personas con flores y globos blanquiamarillos _los colores de la enseña papal_ siguieron al papamóvil en su último trayecto desde la residencia del nuncio papal, en el sur de México, hasta la basílica.
Custodiada por patrulleras policiales y motocicletas, el vehículo blanco tenía adheridos a ambos costados grandes imágenes de un sonriente Juan Pablo.
El vehículo tenía las luces interiores encendidas y en el asiento interior había un retrato enmarcado del pontífice envuelto en una mortaja blanca y rodeado de cirios y flores.
A su paso, algunos cantaron y otros lloraron, y muchos otros lo siguieron en bicicletas o trotando.
Juan Pablo, que murió el sábado a los 84 años, es especialmente reverenciado en México. Escogió este país para su primer viaje al exterior -en que también visitó la República Dominicana-, y calificó a México de "siempre fiel".
