Hu-Ssong le preguntó a un alumno:
-¿Sabes quién eres?
-Sí, maestro -respondió el muchacho algo desconcertado-. Soy Li Chiang.
-No te pregunté tu nombre -precisó el maestro-. Te pregunté si sabes quién eres.
-Soy tu discípulo -vaciló el estudiante-. Soy alguien que recibe tu enseñanza. Has estado en mi casa y en mi huerto.
-No te pregunté qué haces ni qué tienes -volvió a decir Hu-Song-. Te pregunté si sabes quién eres.
-Entonces, maestro -se avergonzó el discípulo-, no sé quién soy.
-Buena respuesta -se sonrió Hu-Ssong-. Ahora ya estás en el camino de saber quién eres.
¡Hasta mañana!...