Este dios niño tiene una pelota y está jugando ahora con ella.
Le gusta mucho su juguete. La pelota es azul, y verde, y ocre, y blanca. Este dios infantil la hace dar vueltas, y se divierte viéndola girar, y la sigue con la mirada en sus venires y sus ires.
¿Se cansará algún día este pequeño dios de su pelota, y la echará lejos de sí, como hacen los niños cuando se aburren de jugar?
Esperemos que no, porque tú y yo vamos sobre ella. Juega el dios niño con su pelota mientras en ella escribo yo y mientras lees tú lo que yo escribo.
¡Hasta mañana!...