Durango

?Maistros? de la construcción

El trabajo de los albañiles es uno de los más riesgosos

Las gotas de sudor recorren incesantemente su cara, su pelo cubierto por una cachucha azul está empapado, un lápiz bicolor azul-rojo cuelga de su oreja derecha, y sus manos están llenas de yeso seco.

Blande con su mano derecha una aplanadora de metal y restriega una y otra vez el pastoso material blanco contra el filo de un muro, cuyo perfil se va definiendo poco a poco.

Este robusto hombre de 1.70 de estatura es Ramón Burciaga Romero, ?maistro? albañil, que desde los 16 años comenzó a batir mezcla y a cargar ladrillos como ayudante, y confiesa que este oficio pesado lo abrazó por necesidad.

Él es un integrante de la cuadrilla de albañiles que está remozando el viejo edificio en donde se instalarán las oficinas del Infonavit, en calle Volantín del Barrio de Analco, y que festejarán este 3 de mayo el Día de la Santa Cruz, la fiesta de los trabajadores de la obra.

Ramón tiene 25 años de trabajar en la ?obra? en la que empezó, como todos, de ayudante de un albañil.

Sus estudios no alcanzan la primaria completa, porque dice que estuvo en sexto grado, pero sabe hacer las operaciones matemáticas básicas (sumar, restar, multiplicar y dividir), requeridas en este oficio.

Recuerda que su primer trabajo fue en la construcción del edificio de la entonces Escuela de Contaduría y Administración -ahora FCA- de la Universidad Juárez. Ahí hizo sus pininos como ayundante, arrimando mezcla y ladrillos. Recuerda que anduvo en la entrada, en todo el frente hasta arriba, cuando tenía apenas 16 años de edad.

Reconoce que es dura, muy dura la obra, que requiere de fuerza, de maña, pero también de inteligencia.

¿Dónde está lo duro?

Lo duro, duro: cuando uno es ayudante, pero saliendo de esto ya no lo es tanto. El batir mezcla y escarbar es para él el trabajo más pesado, y todo aquel que tiene que ver con el pico y el marro.

Tardó, dice, ocho años, para dejar de ser ayudante; desde entonces es maistro, que es la función en la que la persona debe saber hacer todos los trabajos desde pegar ladrillo y piedra, poner pisos, azulejos, enjarres, colocar cimbra y amarrar acero, hasta el cálculo de las porciones de los materiales, saber cuántas palas de arena para un bulto de cemento.

Reconoce que se siente orgulloso porque ha participado en la construcción de muchas escuelas; nada menos, señala, acaba de bajar de la sierra, de Canoas, a donde fue a construir un albergue.

?La verdad es que sí he hecho muchas escuelas, porque he andado en muchas partes, afuera y en la ciudad?, expresa.

Pero al lado de esa satisfacción reconoce que la obra es un trabajo duro y agotador, en donde lo ?malo? es la paga, porque no es muy buena. Por ejemplo, señala que hay partes en donde le pagan al albañil dos mil pesos y al ayudante 800 a la semana, y en otras mil 500 y 600.

Inclusive, prefiere trabajar a destajo que a ?raya?, porque en el primer método se avanza más y se gana más; en cambio, a ?raya?, es muy poco lo que un albañil puede aspirar a ganar.

A pesar del inconveniente del sueldo, reconoce que prefiere ganar poco pero seguro, que mucho pero en forma esporádica. Reconoce en esto las bondades de trabajar con el ?patrón? con el que tiene varios años.

Su sueldo, además, dice que sí le permite mantener a su familia, y con respecto a si recomienda este trabajo para los jóvenes, reconoce que ?no hay más?. Inclusive, señala que uno de sus hijos ya trabaja en la obra. ?Prefiero que ande aquí que agarrando cosas ajenas?, indica.

Sobre la fama de que los albañiles son borrachos, recuerda que cuando era más joven sí bebía mucho, pero ahora ya no. Y sobre las causas del porqué un albañil es tomador, por una parte reconoce que sí es por lo duro y pesado de la ?chamba?, y por otra, porque las personas tienden a beber ante cualquier problema.

Día de la Santa Cruz: una tradición

Gabriel Montes Casas, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Durango, señala que el Día de la Santa Cruz es una tradición que ha permanecido en el gremio de la construcción, porque ?nuestro Padre Dios es el patrono que nos protege y cuida de los accidentes que pueden llegar a presentarse durante el desarrollo de una obra?.

Señala que hay trabajos donde el riesgo de sufrir un accidente es mínimo, pero en el caso de la construcción, son muy grandes; ?por eso, por un lado debemos cuidarnos y capacitar a nuestros trabajadores, y aun así no está por demás la ayuda de Dios, que es quien hace y deshace las cosas, según su voluntad?.

Reconoce que el albañil es muy fervoroso, y por eso el 3 de mayo es un día de fiesta y un tributo a Dios, ?porque es un año más de trabajo y que tenemos el medio para llevar el sustento a nuestras familias, y por la protección que nos da?.

?Es un día de fiesta para la construcción porque los riesgos de trabajo son permanentes: pisar un clavo, caerse una barda, que se venga abajo una cimbra, resbalarse de la escalera, etc., en cada punto hay muchos detalles que deben cuidarse?, dijo.

El gerente estatal de la Comisión Nacional del Agua, Miguel Calderón Arámbula, señala que los festejos de la Santa Cruz son una tradición que debe conservarse. ?El Día de la Santa Cruz es una celebración muy importante que originalmente la celebraban los albañiles y ahora toda la rama de la construcción?, dijo.

José Flores Hernández, delegado del Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores, sostiene que la fiesta de la Santa Cruz es una tradición de muchos años que de alguna forma da identidad a las personas que laboran en la construcción.

Además, considera que es una oportunidad de darle un merecido reconocimiento a los trabajadores de una industria de las más pesadas, en virtud de que un gran porcentaje de las obras, sobre todo de edificación de vivienda, es artesanal, en donde poco interviene maquinaria y equipo.

Explica que la colocación de ladrillos, el colado de una losa, que aunque hay concretos premezclados, todavía su tendido es manual, al igual que los enjarres, y esto requiere de un gran esfuerzo.

También se muestra gustoso de saber que un grupo como los albañiles tenga una devoción desde el punto de vista religioso a la Santa Cruz, que se pudiera asociar al sufrimiento de Jesús en la cruz al sufrimiento que se requiere para levantar una obra.

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