“Mal comienza la semana para el que van ahorcar el lunes”, frase citada por el escritor ruso Fedor M. Dostoievski (1821/1881).
En el México que nos tocó vivir parece estar predestinado a un oscuro e incierto destino testamentario donde todo lo real termina en drama y no con una sola semana, sino todo el año, un presidencialismo mantenido en dualismos acendrados y sostenido por utopías atávicas donde choca el neoliberalismo con un patriotismo mal entendido y la soberanía se defiende por decreto más que por otra cosa.
Ahora que se hizo público algo que sólo para el Estado era conocido, como es el incómodo último lugar en aprendizaje entre los niños y jóvenes de edad escolar y aún así el cardenal primado de México, Norberto Rivera Carrera exige que en las escuelas públicas se “imparta como materia” una educación religiosa, la iglesia ofrece la clásica y muy sutil teoría del caos, dirigida desde un púlpito al sistema y buscando la resurrección de las letras y números en las mentes vacías de los escolapios mexicanos y los programas obsoletos e impuestos cada seis años a gusto y conveniencia de las nuevas autoridades y nunca pensando en la formación e información, los conocimientos, las habilidades y destrezas que los estudiantes deberán adquirir en la educación formal.
*Manlio Fabio Beltrones mandamás de la Cámara de Diputados en San Lázaro, pide la reconciliación de la sociedad mexicana para avanzar en los diferentes modelos que la cúpula impone y sin embargo en su “organización privada”, entiéndase el H. Congreso de la Unión, no hay poder celestial, ni humano que logre la concordancia a sabiendas de que en sus embrollos y miasmas se llevan en las patas al pueblo entero, todo un desencuentro con la sociedad, que es la que les paga dietas gordas a los que paradójicamente frenan muchas reformas y en mucho han ayudado en el deterioro del país, más ahora con las inextricables y nefastas controversias.
*Mal termina el año y peor comienza para la Procuraduría General de la República con un cúmulo de problemas y lo peor, con enemigos dentro de la misma institución, el caso de los penales donde los grupos de mafiosos siguen mandando dentro y fuera de estos Ceresos, algunos de máxima seguridad, incluyendo sicarios, presos armados y con telefonía y otras intercomunicaciones sofisticadas, los crímenes son comunes en este tipo de cárceles.
No es raro que en los asaltos, robos y secuestros participen y algunas bandas estén comandados por policías de alguna corporación de las muchas que existen y que la misma burocracia logra imponer.
Lo peor, Rafael Macedo de la Concha durmiendo con el enemigo, un ejemplo reciente: el caso de los tres millones 150 mil dólares escondidos en un doble fondo de un camión cisterna y encontrados por elementos del Ejército Mexicano y sucede como en la mayoría de los casos los tres detenidos (Nicolás Balcázar L., Jorge Torres B. y Domingo Medina), operadores de alta jerarquía de la PGR.
Las ejecuciones de policías en Sinaloa, Tamaulipas, Nuevo León, Jalisco y hasta en Quintana Roo son parte de la “colombianización” en que se puede convertir nuestro país y ante esto todavía se atreven a pedir que se les tenga confianza y se les dice a los ciudadanos que delaten ante alguna dependencia de Justicia a los maleantes.
Los líderes de las diferentes organizaciones en nada han cambiado, su antidemocrática forma de actuar: poco le importa el trabajador o afiliado, sus siglas como sus líderes son símbolos del arquetipo anacrónico, son eternos, las conquistas laborales son medusas jibadas, mentiras extraviadas que se pierden entre los lodazales en que se revuelcan estos líderes pseudobenefactores del obrero nacional, sobre todo defendiendo el salario mínimo.
Para los obreros y trabajadores no burocratizados termina y comienza mal el año.
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