Londres, (EFE).- Una estatua del ex presidente sudafricano Nelson Mandela creada por el conocido escultor británico Ian Walters para la plaza de Trafalgar está en el centro de una acalorada polémica artística y municipal.
Un colega de Walters, Glynn Williams, profesor del Royal College of Art londinense, ha calificado la escultura, que ha costado cerca de 510 mil euros, de "mediocre" y se ha quejado de que no se hubiese escogido a "un escultor de mayor originalidad y fuerza inventiva".
Algunos atribuyen las críticas de Williams al despecho que sufrió en un concurso anterior para una estatua del fallecido primer ministro laborista británico Harold Wilson, que ganó su rival.
Williams protesta también porque la fundación benéfica dirigida por el conocido realizador de cine Richard Attenborough, que recaudó los fondos para financiar el monumento, no hubiese organizado un concurso público entre escultores.
Otro motivo de disputa es dónde debería colocarse la estatua de bronce, de apenas 2.7 metros de altura, que representa a Mandela de pie y con los brazos abiertos, en actitud de pronunciar un discurso.
El alcalde del gran Londres, el laborista Ken Livingstone, quiere colocarla en la terraza norte de la popular plaza, frente a la entrada a la Galería Nacional.
Sin embargo, la alcaldía del barrio de Westminster, a la que pertenece la plaza de Trafalgar, se opone a ello por considerar que es un lugar demasiado destacado y propone a cambio la parte sur de la plaza, donde está la Casa de Sudáfrica.
La propia National Gallery, una de las pinacotecas más importantes del mundo, y English Heritage, organización que cuida del patrimonio cultural y artístico del país, rechazan también el lugar deseado por el alcalde Livingstone y están dispuestos a una batalla legal.
Paul Drury, de English Heritage, dijo no poner en duda la talla política del homenajeado, pero agregó que colocar una estatua de pequeño tamaño "representa un cambio fundamental" en esa plaza dedicada a héroes navales y militares como el almirante Horacio Nelson, cuya columna se levanta en su centro.
Por el contrario, el cineasta Attenborough, que es amigo personal de Mandela, calificó de "insulto" la idea de erigir la estatua ante la Casa de Sudáfrica porque se trata de una acera muy concurrida, que no permite la contemplación desde lejos de la estatua.
