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Manifiesto lagunero/Diálogo

Yamil Darwich

Empieza un nuevo mandato de seis años en Coahuila con Humberto Moreira Valdés, como gobernador, quien deberá conducirnos en la política estatal.

Graduó como maestro normalista de la Escuela Normal del Estado en 1985; tiene el grado de Licenciatura en Educación Media con especialidad en Ciencias Sociales de la Escuela Normal Superior de Saltillo; en la Universidad Iberoamericana, en la Ciudad de México, obtuvo un diplomado en Análisis Político; becado por la Sección XXXVIII del SNTE, cursó otro más en el Instituto de Educación Política (IEP) del Partido Revolucionario Institucional y también se diplomó en el ITESM. Fue secretario general de la Sociedad de Alumnos de la Normal del Estado, iniciando su carrera profesional como docente de 1985 a 1987; luego en la capital del país, estuvo encargado de la Coordinación Administrativa de la Dirección General de Educación Normal y Actualización del Magisterio (DGENAM); fue jefe del Departamento de Recursos Humanos de la misma; pasó a ser secretario particular del director general de la DGENAM en 1988; trabajó como secretario particular del profesor Gilberto Guevara Niebla, subsecretario de Educación Básica de la SEP, de 1989 a 1994; posteriormente delegado de la Comisión Nacional de Fomento Educativo (Conafe) en el Estado de Coahuila de 1994 a 1996 y titular del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) de 1996 a 1998; secretario de Elecciones del Comité Estatal del PRI en 1999. Desempeñó el cargo de secretario de Educación Pública en el Estado de Coahuila, del primero de diciembre de 1999 al 14 de julio de 2002 y después fue electo presidente municipal de Saltillo, Coahuila, para el período 2002-2005. Actualmente es gobernador en el Estado de Coahuila.

Con una trayectoria política relativamente breve, debió comprometerse con los laguneros el pasado mes de septiembre, firmando un manifiesto en el que deja por escrito su grave compromiso. Hago mención que al no tener la plena aceptación en la región, en términos de votos efectivos, será severamente evaluado por los distintos sectores, en tiempos en que la ciudadanía y los mandos intermedios de la sociedad están fastidiados por las múltiples fallas, a veces errores y otras abusos de anteriores autoridades; él lo sabe bien.

En su afán por alcanzar el triunfo, firmó compromisos de difícil solución, entre ellos los de Seguridad Pública, de alta dificultad ante el narcotráfico repelido de estados vecinos. Aceptó: “establecer dispositivos de integración de alta tecnología y lograr la integración de una red eficiente de trabajo coordinado entre distintas corporaciones y con las policías de otras entidades de la Federación”; “dar la más alta prioridad presupuestal y legislativa a la prevención y seguimiento de los delitos...”. Por si eso no fuera suficiente, se comprometió a: “eliminar la corrupción de las corporaciones policíacas en todos los niveles, con la cuidadosa y responsable selección y designación de autoridades competentes y honestas en esta área, así como el respaldo correspondiente en la impartición de la justicia”. Veremos.

Una de las modalidades del crimen nacional es el secuestro, México es ahora el líder en el número de casos ocurridos en Latinoamérica y nuestro flamante gobernador se comprometió a: “apoyar en La Laguna a la Dirección General de Investigación Contra el Secuestro y el Crimen Organizado en el Estado que ha demostrado su eficacia en la lucha contra la delincuencia organizada en la región y establecer en forma periódica operativos para el control de las pandillas en las colonias periféricas con la acción coordinada en los diferentes cuerpos policíacos”. Claro que en el caso, se utilizó el verbo “apoyar”, distinto a otros como “solucionar o corregir.”

Los resultados de la globalización han golpeado a la región, especialmente en el desarrollo industrial y comercial con el consecuente descenso de empleos, el gobernador Moreira puso por escrito su compromiso: “establecer un plan general de desarrollo con una visión de largo plazo e integración regional (...) “facilitar la instalación de nuevas industrias y actividades comerciales y servicios y promover la apertura del empleo altamente calificado en las áreas de tecnología de información y de servicios especializados, aprovechando la disponibilidad de personal técnico capacitado que producen las instituciones de educación superior en la región”.

También se comprometió en trabajar los aspectos ecológicos, particularmente instalar plantas tratadoras de agua y cuidar el ecosistema, esto último de vital importancia para los laguneros, si es que no queremos correr la suerte de la capital de Coahuila, cuyos líderes la buscan donde sea, hasta en nuestra región.

Aceptó: “crear una instancia dedicada a la promoción internacional de la región y el Estado, que cuente además con personal especializado en ubicar y ‘bajar’ recursos, no sólo de partidas de presupuesto federal, sino además de organismos internacionales ”. Aquí habrá mucha “tela de donde cortar” para todos los industriales regionales, incluidos sus líderes, que deberán aprovechar la oportunidad.

Incluye su compromiso para profesionalizar la Administración pública, aunque ya se publicaron algunos nombramientos de personas que no tienen la formación adecuada para el área que se encomendó; éstos parecen malos augurios en resultados y en cumplimientos de promesas. También firmó su compromiso de exigir cuentas claras a la Administración saliente, transparentar la información y publicarla en la Internet.

“Fortalecer la inversión pública en educación, salud y capacitación; elevar la inversión en investigación y desarrollo tecnológico para acelerar el crecimiento económico. Para mejorar la calidad académica así como la formación y actualización de maestros, llevar a cabo evaluaciones que sean realizadas por organismos externos a las escuelas y promover el programa de Escuela Digna”; en otro apartado: “promover la libertad y la inclusión en todos los niveles educativos en programas que fomenten valores familiares, cívicos, sociales, éticos, culturales, políticos y económicos”. Buen reto para un gobernador, profesor sindicalista declarado, que además se comprometió a tomar en cuenta a las universidades –incluidas las particulares- en la planeación y aplicación de programas durante su Gobierno.

Aún se comprometió a más: promover el arte y la creación de escuelas para tal fin, convocando a todas las instituciones de educación superior a participar en la definición y aplicación de programas de solidaridad y subsidiaridad social. Claro que aquí está un compromiso con todos los universitarios, ellos sin duda se lo recordarán a lo largo de su gestión.

También firmó: “que la Secretaría de Urbanismo y Obras Públicas cumpla con su obligación y responsabilidad en la licitación y supervisión de obras para evitar fracasos”. Para empezar, los laguneros evaluaremos su actuar ante las muy graves acusaciones sobre la construcción del Distribuidor Vial Revolución y el Periférico de Torreón.

Sin duda, los compromisos son muchos y un gobernador con el perfil personal como el que tiene Humberto Moreira, incluido el potencial político que le permite su edad, debe ejercer el poder durante el sexenio con la inteligencia suficiente para “sumar y no restar”; encontrar las fórmulas convenientes, con la inclusión de todos los gobernados en la opinión para la toma de decisión. Ojalá que recuerde aquello de “lo que bien principia, bien acaba”. A usted, lo invito a que nos comprometamos con nuestro Estado y Región Lagunera manteniéndonos atentos.

ydarwich@ual.mx

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