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LAM PEUNEURUT, INDONESIA.- Transportando su carga de 17 cadáveres en descomposición, Hambali, un voluntario de la Cruz Roja, se esforzaba por conducir su ambulancia con el motor recalentado a través de la devastada ciudad de Banda Aceh, en Indonesia, una de las más afectadas por un sismo seguido de marejadas gigantescas el 26 de diciembre.
Después que la camioneta blanca llegó hasta una fosa común en esta cercana aldea, obreros de una cuadrilla de rescate deslizaron los cadáveres hacia la fosa, enterrando una diminuta fracción de la pasmosa cantidad de muertos por el desastre natural.
Hambali -que usa un solo nombre, como muchos indonesios- encendió un cigarrillo e informó que había recolectado 47 cadáveres en seis viajes.
La truculenta labor de encontrar los cadáveres en avanzado estado de descomposición es llevada a cabo por dos mil soldados, policías y voluntarios indonesios como Hambali, que deben lidiar con monzones, apagones, escombros peligrosos y equipos inadecuados.
Casi un mes después del desastre hay miles de desaparecidos. La búsqueda de los muertos no ha concluido, aunque se demoró por el caos que ocasionó la catástrofe.
Un problema básico ha sido la confusión en la cifra de muertos y desaparecidos. Según distintos cálculos la cifra de muertos varía entre 158 mil y 221 mil en once países del sureste de Asia y el este de Africa.
A raíz de esas cifras contradictorias, muchos voluntarios se preguntan cuándo concluirá su tarea en Aceh, una provincia en el extremo norte de la isla indonesia de Sumatra que ha sido la más afectada por el desastre.
Hasta hace poco, los voluntarios extraían más de mil cadáveres diarios de los escombros y el hedor de la muerte sigue sintiéndose en algunos lugares de la ciudad.
La labor se ha hecho más difícil y lenta después que los trabajadores comenzaron a excavar a más profundidad en las pilas de escombros. Entre los peligros hay clavos oxidados que pueden causar tétano y pozos de agua cubiertos de lodo que pueden tragarse a los voluntarios.
?Es difícil buscar ahora los cadáveres. Ya no se encuentran en las calles. Tenemos que buscar casa por casa, escombro por escombro?, dijo Eka Susila, un funcionario encargado de coordinar la extracción de cuerpos.
El Gobierno esperaba poner fin a la recuperación de cadáveres el 26 de enero, al cumplirse el primer mes del desastre de la tsunami (ola gigantesca). Pero Eka dijo que podría demorar entre dos semanas más y un mes para encontrar y enterrar varios miles de cadáveres en poblaciones ubicadas en suburbios de Banda Aceh.