EFE
Madrid, España.- El mar era muy importante para él, porque le dio la vida y también se la quitó. Ramón Sampedro se hizo marinero a los 19 años y dio la vuelta al mundo. Después se pasó casi 30 años postrado en una cama por a un accidente que sufrió a los 25 años tras tirarse de cabeza al agua desde una roca.
La lucha de este hombre por conseguir su muerte de forma digna y legal es la fuente de inspiración de Mar Adentro, tercera película de Alejandro Amenábar que protagoniza Javier Bardem.
?La intención principal de la cinta no era fomentar el debate de la eutanasia, la idea consistía en mostrar el mundo de Sampedro?, señala Amenábar.
La cinta, que hoy se estrena en México, no es un filme de grandes efectos especiales. Es una película humana, de sentimientos, emociones, miradas, impotencia y sonrisa.
En definitiva, una historia de la vida y de su inseparable hermana, la muerte. Y en el centro, el gallego Ramón Sampedro, interpretado por un irreconocible Javier Bardem de 55 años, que postrado en su cama, llena de fuerza, humor y sensibilidad al resto de los personajes.
?Amaba tanto la vida, que por eso quería morir, porque no podía vivirla?, asegura Bardem.
El guión, escrito entre Amenábar y Mateo Gil, está basado en la historia real de Sampedro, un caso que llevó el debate sobre la eutanasia a la opinión pública española e internacional. Después de una lucha sin éxito por entablar un procedimiento legal para su muerte, Sampedro creó un plan para quitarse la vida y no incriminar a ninguno de sus allegados cuya ayuda le era esencial debido a su inmovilidad.
El 12 de enero de 1998 se envenenó con cianuro diluido en un vaso de agua y dejó grabado el momento de su fallecimiento, él decía que ?vivir es un derecho, no una obligación?. De su muerte se ?responsabilizaron? más de 25 mil firmas de toda España.