Durango

Margina el Gobierno a los discapacitados

Apenas cinco personas con capacidades diferentes laboran para el Gobierno Estatal; en el municipio una que es ejemplo

Francisco Nava

Jorge Luis Arias Bailón nació con Síndrome de Dawn, pero eso no ha impedido que hoy tenga un trabajo. Asea las distintas áreas del Palacio de Zambrano, el que alberga al Palacio de Gobierno. Le cuesta mucho hablar y coordinar su razonamiento, pero sabe muy bien lo que tiene que hacer para desempeñar su empleo. Es más, sus mismos compañeros dicen que es el más cumplido, es el primero que llega, el último que se va y el que le pone más empeño a sus quehaceres.

El hablar con Jorge resulta un poco difícil, pues sus ideas se revuelven en su cerebro y se dificulta la fluidez de pensamientos. Dice tener 36 años y que hace unos 13 que trabaja en el Gobierno del Estado. Comenzó sacando copias y ahora está a cargo de la limpieza de varias áreas del Palacio de Gobierno.

Llega a las 06:40 horas, pues entra a las 07:00 y sale a las 15:00 horas, aunque a veces se queda hasta las 16:00. Prácticamente es el primero que llega y el último que se va.

Sus compañeros de trabajo lo ven como un niño, con sentimientos nobles, pero lo definen como una persona muy responsable. ?Ya quisieran muchos ser como él?, dice María del Pilar Moreno, también intendente.

Jorge gana mil 378 pesos quincenales, 960 de sueldo base y el resto en compensaciones, igual que sus demás compañeros. No tiene preferencias ni consideraciones, pues su labor la desempeña con mucho profesionalismo.

Los compañeros dicen que Jorge vive con su papá y sufre por la muerte de su mamá. Incluso, les indica a sus amigos que quieran a su mamá, pues todavía la tienen viva.

No tiene novia, pero se sonroja cuando le preguntan, incluso se fija cuando una mujer está guapa, explica su otro compañero, Jorge Gómez Simental.

En todo el Palacio de Gobierno es la única persona con un tipo de discapacidad que ha sido contratada para el desarrollo de un empleo; sin embargo, se habla de unas 34 mil personas con distintas discapacidades físicas y mentales que no han corrido con la suerte de Jorge, pues muchos no han tenido el tratamiento adecuado, los recursos, el apoyo o la voluntad política de las autoridades para hacer valer los derechos de personas con capacidades diferentes.

Poco apoyo para discapacitados

Juan Francisco Hernández Campos, titular de la Comisión Coordinadora para el Desarrollo e Integración Social para Personas con Discapacidad, que depende del DIF Estatal, explica que existe un padrón de aproximadamente 34 mil personas con discapacidad en todo el estado de Durango y consideró difícil informar sobre un padrón de las que ya tienen un empleo.

La misma Comisión mantiene una bolsa de trabajo y en esto también está incluida la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), así como la Dirección de Trabajo y Previsión Social del Gobierno del Estado, pero el control estadístico no se tiene a la mano.

Durante el 2005 se han incluido en las actividades laborales a 40 personas con capacidades diferentes y durante el 2004 se incluyeron a 60, pero incluso, Juan Francisco Hernández aceptó que es una situación que es muy cambiante. ?A veces ingresan, luego se cambian, también retornan, de tal modo que el comportamiento es muy irregular?, explica.

Las actividades en las que se incluyen a los discapacitados, generalmente son administrativas con tareas sencillas, como contestar el teléfono, funciones de paquetería, etcétera.

Ya el Servicio Estatal de Empleo (SEE), había informado sobre el interés de algunas empresas, sobre todo maquiladoras, para la contratación de personas con deficiencias auditivas o sordas, para emplearlas en áreas donde existe mucho ruido, pues éstas no tendrían ninguna complicación y los niveles de tolerancia al mismo sería muy alto.

Leyes que no sirven de nada

La Ley Estatal para la Integración Social de las Personas con Discapacidad contempla la participación de varias instituciones gubernamentales, a través del Ejecutivo del Estado, en coordinación con la Dirección de Trabajo y Previsión Social, Servicio Estatal de Empleo y el DIF Estatal; sin embargo, como lo dijo Juan Francisco Hernández, son pocas las personas que se integran a algún empleo, si se comparan con las 34 mil que viven en todo el estado.

Cabe en este apartado señalar que, de acuerdo con la Ley en referencia se establece que deben considerarse algunas acciones, como son permitir la incorporación de personas con discapacidad en la administración pública. El artículo 32 también establece que los organismos consejos y cámaras empresariales deben apoyar activamente la integración de personas con discapacidad en el mercado laboral, y deben procurar por lo menos un dos por ciento de la plantilla y cubrirla con personal discapacitado.

Una visita a las áreas de recursos humanos de la Dirección de Recursos Humanos del Gobierno del Estado, así como del Municipio, dejó claro que no hay una política incluyente de las personas con discapacidad, a pesar de los señalamientos que hace la Ley.

En el Gobierno del Estado se estimó que hay unas cinco personas trabajando en distintas dependencias de la administración estatal, pero no hay un control o programa de integración social de las personas con capacidades diferentes. Tampoco lo hay en el Municipio, pues en esta instancia, no se tiene un informe sobre este tipo de personas que pudieron ser incluidas en dependencias municipales.

Aunque la Ley exige que haya inclusión de personas con discapacidad en la plantilla laboral de las empresas, éstas no son obligadas o sancionadas por ningún órgano, en caso de que se incumpla la normativa, lo que provoca que estas personas no sean tomadas en cuenta, mucho menos capacitadas laboralmente.

Carencia de programa de capacitación laboral

Algunas personas discapacitadas que han sido incluidas en alguna empresa o dependencia, en su mayoría han sido valoradas por el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), para conocer cuáles son sus habilidades y sus limitantes, y de este modo recomendar algún empleo.

También existen los Centros de Capacitación para el Trabajo (Cecati), en donde se incluyen a las personas que sufren de alguna discapacidad y que se interesan por integrarse al sistema laboral; sin embargo, anualmente la presencia de este sector en estos centros apenas y alcanza el cuatro o el cinco por ciento, según lo comenta la directora del Cecati número 91, Herminia Fernández Espinosa.

Nuevamente la Ley estatal no se respeta, pues en los Cecati no existe un programa real de vinculación con el sector empresarial o laboral.

Las personas que sufren de alguna discapacidad, que generalmente son los auditivos, invidentes o los de lento aprendizaje, incluso los motrices que se encuentran en sillas de ruedas, generalmente no forman parte de la bolsa de trabajo de estos centros. El motivo, según comentó la Directora, ?es que simplemente ellos no se acercan?.

Las empresas o instituciones que piden a alguna persona para que cubran alguna plaza o trabajo se dirigen a las personas normales, mientras que las personas que sufren de alguna discapacidad quedan fuera, simplemente porque no están inscritas en la bolsa de trabajo, explica.

Los alumnos con discapacidad que acuden al Cecati se incluyen en los grupos y en realidad no tienen algún tratamiento especial en cuanto a la enseñanza que se ofrece en comparación con sus compañeros, aunque sí en cuanto a sus capacidades. No hay maestros especializados en el tratamiento de discapacidad y sólo tienen nociones.

Aunque pueda existir apertura de las instituciones para la integración de las personas con discapacidad, aún no existe un programa bien estructurado que funcione y que ofrezca resultados.

Durango arriba del promedio nacional

El estado de Durango mantiene un promedio más alto de personas con discapacidad motriz, en relación con el nacional, mientras que en toda la República Mexicana se establece que las personas con discapacidad de este tipo se encuentran en una media de 45.3 por ciento, Durango se ubica con 51.3.

El estado mantiene un promedio de 2.2 por ciento de población con discapacidad, y de esta cifra también se incluyen otras discapacidades., como es la auditiva, en la que se ubica en 14.1 (del 2.2), por debajo de la media nacional, que es de 15.7.

También se mantiene por debajo de los promedios nacionales de otras discapacidades como la de lenguaje con 3.7 por ciento, 23.9 en la visual y 14.7 en la mental y el rubro de otras se ubica en el 0.5 por ciento.

Los grupos de edad que mantienen un mayor porcentaje de discapacidad en Durango son los ubicados entre los 30 y 59 años de edad con un 2.3 por ciento del total de este tipo de población y un 12.4 por ciento en personas con 60 años y más.

También a los discapacitados les falta organización

Los discapacitados en Bolivia lograron organizarse y formar una compañía llamada ?Discapanch?, pues son discapacitados que venden ?panchos?, una modalidad de la comida rápida, a precios económicos.

Saúl Macyzyn, es el presidente de la Fundación Microemprendimientos Solidarios y después de estar siete años sin trabajo decidió formular la empresa ?Discapanch? junto con su esposa y tres hijos.

Aunque al principio tuvo que luchar mucho para que su negocio fuera rentable, ahora ya tiene algunas sucursales por la ciudad y no solamente, eso, sino que ha apoyado a otros discapacitados a poner su negocio. También ahora la Fundación es propietaria de un bar, que es atendido sólo por personas discapacitadas.

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