SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Con agilidad de crotalista, María Victoria se sentó con la pierna derecha levantada sobre la rodilla izquierda. Atrás, en la pared, un cartel publicitario anunciaba: "Beber cerveza de Toluca o no Beber".
La actriz y cantante María Victoria acababa de "pujar" como en sus mejores tiempos la canción Cuidadito. Frente al micrófono del Centro Cultural Telmex se había detenido para arrastrar aquel famoso verso: "Es que estoy taaaaan..." Y como en aquellos tiempos, su ansioso público de galería había completado el verso: "¡tan buenota!".
También había interpretado Mil Besos mientras caminaba con los pequeños pasos que le permitían su vestido untado al cuerpo.
Su público de galería le había respondido como antaño: "¡Camínale pa?ca, María!".
Con esas dos canciones, María Victoria regresó a los escenarios luego de un lustro de retiro involuntario. Como parte del musical Bésame Mucho, la legendaria cantante se incorporó al elenco luego de que tuviera un desacuerdo con el productor Morris Gilbert.
Este musical se estrenó hace un mes e incluía la escena de una imitación de María Victoria, quien supuestamente cantaba en un estudio de la XEB.
La escena terminaba con un zafarrancho provocado por la Liga de la Decencia cuyos miembros insultaban a la cantante.
Después del estreno, María se reunió con Morris Gilbert: "Así no fueron las cosas. Lo que sucedía es que las esposas no me tragaban. La Liga de la Decencia me censuró dos canciones, pero en el teatro se aguantaban porque los maridos me gritaban piropos. Mi público de galería siempre me apoyó".
El relato también fue escuchado por la directora del montaje, Lorena Maza, quien accedió a cambiar la escena. El pasado miércoles fue presentada al público la escena corregida (la Liga de la Decencia fue sustituido por "público de galería") y aumentada (María Victoria apareció en el escenario con aquel mismo cuerpo curvilíneo que provocó tantos escándalos, tomó el micrófono y comenzó a cantar en vivo).
A pesar de la poca potencia de la voz de María Victoria, el público aplaudió movido por la nostalgia y la emoción de ver a una de las pocas cantantes de boleros que pueden contra anécdotas de Agustín Lara.
Luego de la función, y con viejos carteles de cerveza como escenografía, María Victoria contó una de esas anécdotas: "Hubo una vez en que canté con Agustín; él me dijo que estaba harto de que la gente me gritara piropos. Así es que me aconsejó que no caminara, sino que me quedara junto a él. A media canción, la galería comenzó a gritar: "¿Qué te pasa, María? Vienes muy apretada".
Ese mismo día, algún ocioso se atrevió a gritar: "María, todavía no me muero". Alguien más le contestó: "¿Qué esperas?".
Todos esos recuerdos se movieron en María Victoria cuando se subió al escenario y se moverán todos los miércoles de agosto.
El productor Morris Gilbert anunció que la cantante estará de invitada especial durante cuatro miércoles, igual que su hijo Rubén Cepeda, quien dirigirá la orquesta.
De aquel disgusto por el estreno no quedó nada. Incluso, María Victoria le regalará un vestido a la actriz que la imitaba, María Fillipini. Y luego de tantos recuerdos, María Victoria se levantó con habilidad de crotalista para ir al escenario a recibir los aplausos del público, pero antes, reveló su verdadera edad: "Nací el 26 de febrero de mil 900 punto com".
