EFE
MARRAquECH, MARRUECOS.- Pocos cineastas hay tan distintos, tan admirables y que viven en países tan enfrentados, como demostraron Martin Scorsese y Abbas Kiarostami, que nada puede impedir que se admiren y aprecien mutuamente.
Ambos titanes del cine, el estadounidense y el iraní, estrecharon con afecto sus manos sobre el escenario en la ceremonia final del V Festival Internacional de Cine de Marraquech, Marruecos, inaugurado el pasado día 11 y en el que ambos han sido homenajeados.
Si en la gala de apertura el tributo fue para Scorsese, el autor de Taxi Driver fue anoche el encargado de entregar un trofeo honorífico a su colega de Irán.
?La manera de trabajar de Kiarostami me ha motivado y continúa inspirándome?, recalcó Scorsese en su discurso.
En especial, el cineasta estadounidense destacó ?la habilidad de (Kiarostami) para mostrarnos el flujo de la vida? en unos filmes que son ?poemas épicos en los que la Naturaleza? tiene un papel central, subrayó.
El autor de Gangs of New York acompañó sus palabras de una inclinación en honor a su colega iraní cuando entró al escenario para recoger el premio de manos suyas.
Sobre el escenario, ambos colosos del cine mundial se saludaron cordialmente, entre el estruendoso aplauso de la sala del Palacio de Congresos, con el público puesto en pie.
?Estoy muy honrado de recibir este trofeo de manos de Scorsese?, recalcó en su discurso el autor de ?Ten?.
El cineasta iraní subrayó que no quería hablar de la obra de su colega estadounidense, sino de ?su persona?, y recordó que ambos se conocieron hace dos años en el festival de Cannes.
?Valoro su presencia en el caótico mundo del cine de hoy? y ?le deseo lo mejor a él y a su familia?, subrayó Kiarostami, quien habló en farsi, antes de pasar al inglés y decir, mirando a su colega: ?Siempre me siento feliz y honrado a tu lado?, recalcó.
Esta confluencia de titanes dio paso a la gala de entrega de premios, sobre un escenario decorado a modo de las típicas celosías árabes y sobre el cual a continuación se sentó el jurado encargado de dar los premios, encabezado por su presidente, el cineasta francés Jean Jacques Annaud.
?Hemos sido un jurado muy unido?, subrayó Annaud, quien pidió disculpas por si el certamen había dado ocasión para que el público marroquí viera ?imágenes que podrían haber molestado, debido a diferencias culturales?, a lo que la audiencia respondió con un cerrado aplauso.
El premiado como mejor intérprete masculino, el londinense Daniel Day-Lewis, se mostró sumamente emocionado al recoger el trofeo. Vestido con esmoquin gris, el protagonista de The Ballad or Jack and Rose -filme que le ha valido el premio- agradeció en francés ?este regalo inesperado?.
?Si estoy aquí es gracias a un grupo de mujeres extraordinarias?, sobre todo ?una que tuve la suerte de desposar?, agregó en referencia a su mujer, Rebecca Miller, directora de la cinta y que asistió con él a la ceremonia.
A continuación pasó por el escenario la premiada como mejor actriz, Shirley Henderson, reconocida por su labor en la cinta británica Frozen, de la cual dijo que ?amo cada minuto de ella?.
El premio del jurado recayó ex aequo en la película canadiense C.R.A.Z.Y, recogido por su actor Marc André Grondin, y en la siria Bab el Makam, de Mohamed Malas.
Al recoger su premio, el director sirio subrayó en árabe que ?en un tiempo difícil como este es bueno que haya paz y nos conozcamos?.
Finalmente llegó el gran momento con la entrega del premio mayor, la Estrella de Oro del certamen, otorgado a la película kirguís Saratan y recogido por su director, Ernest Abdyshaparov.
La encargada de entregar el trofeo fue la estrella italiana Mónica Bellucci, ataviada con un traje negro largo que levantó de nuevo al público de sus asientos.
?Hay muy buenos directores en este festival, pero soy yo el que está aquí?, resumió con buen humor el cineasta kirguís, que se hizo con el premio gracias a una comedia amable con tintes dramáticos que tuvo gran éxito entre el público el día de su exhibición.
También hubo durante la gala una mención especial a la cinematografía española, homenajeada en este certamen con un ?Panorama? que ofreció 41 de las mejores cintas hechas en España desde 1951. De España llegó a Marraquech ?una muy hermosa delegación?, recalcaron los presentadores respecto a la treintena de actores, directores y productores españoles que el pasado miércoles intervinieron en la noche de homenaje al cine de su país.
Mónica Bellucci, demasiado vaga para el cine porno
La actriz y modelo italiana Mónica Bellucci es alta, bella, chispeante y deja huella, pero ella misma se reconoce un defecto: es ?demasiado vaga como para hacer cine porno?.
Bellucci, ataviada con un vestido de noche negro que lucía como sólo ella es capaz de hacerlo, hizo esas declaraciones a un reducido grupo de periodistas tras asistir hoy a la ceremonia de clausura del V Festival Internacional de Cine de Marraquech, Marruecos.
?Tengo gran respeto por los actores porno?, aclaró la actriz antes de declararse inútil para ese tipo de cine, en relación con una pregunta respecto a la dureza de algunos de los papeles que ha interpretado, como en Irreversible (2002), donde sufría una violación.
Además de declararse incapaz para el cine X, Bellucci hizo otra confesión: es una mujer muy familiar.
?Las películas son importantes, pero la familia lo es más?, insistió en varias ocasiones respecto a su hijo y su esposo, Vincent Cassel, con quien se casó en 1999.
?Lo normal es estar solo, si encuentras a alguien es muy especial?, recalcó. Respecto a su fulgurante carrera, que arrancó con Drácula en 1992 y ya ronda las cuarenta películas, se reconoció ?muy afortunada?.
?Cuando era modelo ya estaba interesada en el cine? pero ?parecía tan lejano para mí...?, recordó la actriz, que a sus bien llevados 41 años fue elegida en 2002 la mujer más deseable del mundo por los lectores de Askmen. ?En Drácula sólo salía un momento, pero fue muy importante para mí?, recordó sobre sus comienzos a las órdenes de Francis Ford Coppola.
Sin embargo, Bellucci tiene los pies sobre la tierra y puntualiza que, respecto al cine y sus estrellas, ?la gente sueña sobre cosas que no existen en realidad?.
Y como no hay dos sin tres, aparte de su carácter de ?madraza? y su incapacidad para el cine porno, hizo una tercera revelación: tampoco se ve sobre el escenario de un teatro. ?Tienes que estar repitiendo siempre lo mismo, y yo me aburro fácilmente?, explicó.