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Más Allá de las Palabras / CUANDO UN AMIGO SE VA

Jacobo Zarzar Gidi

?Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío,

que no lo puede llenar la llegada de otro amigo.

Cuando un amigo se va, queda un tizón encendido,

que no se puede apagar, ni con el agua de un río?.

El fallecimiento del Papa Juan Pablo II, nos ha dolido mucho. Durante 26 años la gente se sintió protegida y amada, porque lo consideraron un padre y también un amigo. Como resultado de su intensa labor apostólica surgieron nuevas vocaciones que han sido ejemplo de perseverancia y de virtud. Religiosos, sacerdotes y monjas lo acompañaron gustosos en esa hermosa misión de anunciar el Evangelio. Nos habló con entusiasmo de la importancia que tiene el trabajo de los laicos, y como consecuencia nos puso a trabajar intensamente para enfrentar los grandes retos que en estos momentos afectan al mundo, lo cual permitió que muchos expresaran abiertamente su religiosidad que durante años mantuvieron apagada, causando entre los pueblos una verdadera explosión de espiritualidad.

Trabajó en el más alto nivel de la jerarquía católica, comunicando a todos el Evangelio de la paz y de la esperanza. Llenó estadios, explanadas e iglesias buscando el entendimiento y no la confrontación. Gracias a la firmeza de sus determinaciones, dejó una cantidad impresionante de escritos, encíclicas y exhortaciones que se han convertido en un valioso legado que servirá como alimento espiritual para las futuras generaciones.

Nos enseñó a no claudicar frente a las grandes adversidades y a soportar el dolor por más intenso que fuera, ofreciéndoselo por completo a Nuestro Señor Jesucristo para beneficio de alguna persona o de una causa justa. Resaltó la importancia del matrimonio católico diciendo una y otra vez que es para toda la vida, y cuando se refirió a las anulaciones religiosas, aconsejó a los encargados de los Tribunales Eclesiásticos ?que mejor dijeran que no?.

A nadie dejó indiferente, porque su mensaje nos hizo reflexionar una y otra vez, invitándonos a cambiar de actitud y a vestirnos cada día con un traje nuevo, dejando atrás las miserias del espíritu. Viajó por el mundo denunciando las diferencias entre pobres y ricos; intentando liberar a los oprimidos y alzando la voz cuando alguien tomaba la decisión de hacer la guerra ?en el nombre de Dios?. Se opuso terminantemente a la invasión de Irak, pero el señor Bush no le hizo caso. Se enfrentó con valor a los poderosos y en repetidas ocasiones criticó sus actitudes por ser demoledoras y soberbias. Buscó con infinita paciencia lo que nos une, y olvidó con gran caridad lo que nos divide. Al mismo tiempo que combatió el comunismo, también denunció con valor las atrocidades que causa el capitalismo salvaje en los más desprotegidos. En Centroamérica amonestó públicamente a los sacerdotes católicos que practicaban ?La teología de la liberación?, por contener elementos marxistas, aclarándoles que no se puede traicionar el verdadero mensaje de Cristo.

Con su espíritu Mariano nos enseñó a amar a la Virgen y nos hizo comprender lo que Ella espera de nosotros. Padre espiritual de una gran parte de la humanidad, atacó con decisión todo aquello que fuera en contra de la moral y de las buenas costumbres. Soñó con un mundo nuevo en donde no hubiese tantas desigualdades económicas y nos dijo ?que los pobres no podían esperar?. Fue la chispa que impulsó la fe en muchos indiferentes, y restituyó la esperanza en todos aquéllos que la habían perdido.

Tuvo el don de ver a Dios en cada una de las personas que habitan este mundo, enseñándonos que el cristianismo no nada más es algo que se siente, sino que se practica, y se practica con entusiasmo todos los días. Acercó la iglesia a la gente, en lugar de esperar a que la gente fuera a la iglesia. Su autenticidad atrajo a los jóvenes haciendo que el mensaje evangélico fuese atractivo para ellos. Recordemos que en una de sus últimas frases -al estar agonizando- dijo: ?Los he buscado, ahora ustedes vienen a mí?.

Amaba y respetaba a nuestra madre naturaleza porque reconocía en ella la obra del Creador, y porque tenía alma de poeta. En cierta ocasión cuando excursionaba en su querida Polonia comentó que las montañas son uno de los regalos más bellos que ha dado Dios a la humanidad. En sus escritos habló ?de la cosecha perdida de las almas?, aquéllas que escucharon una y otra vez la Palabra Evangélica, pero finalmente no dieron fruto.

Se convirtió en ?Resplandor de la Verdad?, en un mundo que desgraciadamente se ha vuelto simulador, interesado y mentiroso, que al estar globalizado lesiona los intereses de los más desamparados. Por eso es que en estos momentos los humildes, los pobres y los que no tienen voz, son los que más lloran y extrañan su presencia.

Al acercarse a personas que profesan diferentes religiones nos aclaró ?por si hubiese alguna duda- que todos somos hijos de Dios y por lo tanto podemos llegar a obtener la recompensa eterna. Abrió puertas y construyó puentes, limó asperezas y evitó guerras, trabajando siempre por la reconciliación y la paz justa.

En sus visitas que hizo a los diferentes países del mundo llegó como ?Heraldo de Cristo? y como ?Peregrino del Amor?, para compartir los sufrimientos de la gente. Llegó para celebrar a Jesucristo y proclamar su mensaje de salvación. Como Pastor de la Iglesia Universal se atrevió a cruzar el ?Umbral de la Esperanza?.

Nos pidió ?que no tuviésemos miedo?, y nos aclaró que se le teme menos a la muerte, ?si se piensa que tan sólo se pasará a otra habitación?. En estos momentos el alma del Santo Padre le debe de estar expresando con ternura su amor a Dios, al mismo tiempo que los seres humanos lloramos su partida. Ahora que ya no se encuentra entre nosotros, deberíamos decir lo mismo que manifestó San Agustín cuando falleció Santa Mónica, su madre: ?Yo no te pregunto, Señor, ¿por qué me la has quitado?, yo te agradezco porque me la has dado?.

La verdad es que el Señor nos ha bendecido por habernos permitido vivir en este tiempo. El amor de Cristo llegó hasta nosotros en forma por demás misteriosa gracias a la santidad y a la fuerza espiritual de nuestro Santo Padre. Es una lástima que la nación China no haya participado de esta gracia. La gran mayoría de sus habitantes son ateos y únicamente se encuentran preocupados por su prosperidad económica.

Fueron muchas las voces que lo estuvieron presionando durante todo su papado para que la iglesia autorizara cosas que a él no le parecían correctas como la desaparición del celibato sacerdotal, el control de la natalidad, el aborto, la eutanasia, el divorcio, el matrimonio de los homosexuales, el ejercicio del sacerdocio por las mujeres y la investigación científica en el campo de la biología humana. Ahora que ha fallecido, podemos reflexionar que esas voces podrán seguir presionando todo el tiempo que quieran, y puede ser que con un nuevo Papa consigan algo de lo que están pidiendo, sin embargo, lo que verdaderamente importa para la salud moral de la humanidad y para la salvación eterna de las almas, es saber si esos cambios los acepta y los desea Jesucristo Nuestro Señor... todo lo demás sale sobrando.

En un sencillo ataúd de madera de ciprés fue sepultado Karol Wojtyla en las Grutas Vaticanas. Unos cuantos minutos antes se escuchó ?El Salve Regina?, en alusión a la Santísima Virgen María a quien el Papa encomendó su pontificado. Todavía parece que resuenan en los rincones de nuestra patria aquellas dulces palabras que dijera un día al despedirse de México en medio de una atmósfera plena de espiritualidad: ?Me voy, pero no me voy. Me voy, pero no me ausento. Porque aunque me voy, de corazón me quedo...?.

zarzar@prodigy.net.mx

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