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Más Allá de las Palabras / LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO

Jacobo Zarzar Gidi

Para comprender mejor la maravillosa conversión de San Pablo, es conveniente recordar algunos rasgos importantes de la vida de San Esteban. A este santo se le llama ?protomártir, porque tuvo el honor de ser el primer mártir que derramó su sangre por proclamar su fe en Jesucristo. Era uno de los hombres de confianza de los apóstoles que fue seleccionado junto con otros siete para repartir ayuda material a los menesterosos. A este grupo selecto, los doce apóstoles les impusieron las manos y fueron ordenados diáconos (palabra que significa ayudante o servidor. Se trata de un grado inmediatamente inferior al sacerdote).

San Esteban fue un hábil discutidor porque el Espíritu Santo hablaba por medio de él. Cuando los judíos provenientes de otros países discutían con Esteban, éste les hablaba muy bien de Jesucristo y no podían resistir que siempre les ganaba las discusiones. Al darse cuenta de ello, lo llevaron ante el Tribunal Supremo llamado Sanedrín para acusarlo con falsos testigos, diciendo que él afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés. Al observarlo, los del tribunal, vieron que su rostro brillaba como el de un ángel.

Esteban pronunció ante el Sanedrín un impresionante discurso en el cual les echó en cara a los judíos que ellos siempre se habían opuesto a los profetas y enviados de Dios, terminando por matar al más Santo de todos: Jesucristo el Salvador. Al oír esto, aquéllos a quienes el Señor había llamado ?raza de víboras? (Lucas 3.7) y ?sepulcros blanqueados? (Mateo 23.27), comenzaron a rechinar de rabia. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba en pie a la derecha de Dios, y exclamó: ?Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie a la derecha de Dios?. Entonces ellos llenos de enojo se taparon los oídos y se lanzaron contra él. Lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon. Los que lanzaban piedras dejaron por coincidencia sus vestiduras -que le habían arrebatado- junto a un joven llamado Saulo de Tarso que en esos momentos presenciaba gustoso aquel delito. Mientras lo apedreaban, Esteban decía: ?Señor Jesús, recibe mi espíritu?. Y de rodillas gritó con voz fuerte: ?Señor, no les tengas en cuenta este pecado?. Y diciendo esto, murió. Unos hombres piadosos sepultaron su cuerpo y la comunidad hizo gran duelo por él.

Saulo de Tarso consideraba a los cristianos como el mayor peligro para el judaísmo, por eso dedicaba todas sus energías al exterminio de la naciente Iglesia. La primera vez que aparece en los Hechos de los Apóstoles -verdadera historia de la primitiva cristiandad- lo vemos ?como ya dijimos anteriormente- presenciando el martirio de San Esteban. Después del crimen colectivo que presenció Saulo, y que no hizo nada para evitarlo, se dirige a Damasco en Siria, con poderes para llevar detenidos a Jerusalén a quienes encontrara, hombres y mujeres seguidores del Crucificado. El cristianismo se había extendido rápidamente, gracias a la acción fecunda del Espíritu Santo y al intenso proselitismo que ejercían los nuevos fieles, aun en las condiciones más adversas.

Saulo iba camino a Damasco, ?respirando amenazas y muerte contra los discípulos del Señor?; pero ya había escuchado sin querer las oraciones y el perdón de San Esteban, y Dios tenía otros planes para aquel hombre de gran corazón que personalmente no conoció a Jesucristo. Estando ya cerca de la ciudad, hacia el mediodía, de repente le envolvió de resplandor una luz del cielo. Y cayendo en tierra oyó una voz que le decía: ?Saulo, Saulo, ¿ por qué me persigues?". De inmediato él respondió: "¿Quién eres tú, Señor?". -?Yo soy Jesús, a quien tú persigues?. Y enseguida la pregunta fundamental de Saulo, que es ya fruto de su conversión, de su fe y de su entrega: "¿Señor, qué quieres que haga?". En ese preciso momento, Saulo ya es otro hombre, ahora lo ve todo claro, se pone en las manos de Dios y le dice: "¿qué tengo que hacer de ahora en adelante?", "¿qué esperas de mí?". ?Por ahora levántate; entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tendrás que hacer?.

Los hombres que lo acompañaban se habían detenido mudos de espanto, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron de la mano y lo hicieron entrar en Damasco, pasando tres días sin comer y sin beber. Un discípulo que vivía en Damasco llamado Ananías, recibió del Señor un mensaje para que fuera a la calle Recta y preguntara en casa de Judas por uno de Tarso que se llama Saulo. Fue Ananías, entró en la casa, le colocó sus manos sobre la cabeza. y le dijo: ?Hermano Saulo: me ha enviado a ti el Señor Jesús. Me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo?. Al instante se le cayeron de los ojos unas como escamas y recobró la vista. Se levantó, fue bautizado, tomó alimento y recobró las fuerzas. A partir de ese momento Saulo se cambió de nombre por el de Pablo y se puso a predicar a favor de Jesús.

Jamás pudo olvidar San Pablo aquel momento único de su conversión, como tampoco nosotros olvidaremos el instante preciso en que Jesús nos detiene en el camino para decirnos que se quiere meter de lleno en nuestro corazón. Si el perseguidor de los creyentes se transforma de pronto en el mejor propagador de su doctrina, ¿quién podrá decir que a pesar del peso de sus pecados no puede superarse? La vida de San Pablo es un llamado a la conversión y a la esperanza, porque la voluntad del Señor es sanarnos y convertirnos en apóstoles en el sitio mismo donde trabajamos y donde vivimos. Después de ser azotado en el suelo, San Pablo centró su vida en el Señor.

Algún día también nosotros seremos derribados del caballo que nos conduce actualmente por un camino equivocado. En ese momento, conoceremos a Cristo, lo amaremos por encima de cualquier persona o cosa, y habremos de corresponderle para que permanezca entre nosotros, porque de no ser así, ?dará su Majestad las joyas -como decía Santa Teresa- a quien mejor las aproveche?.

zarzar@prodigy.net.mx

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