EFE
LONDRES, INGLATERRA.- A la Armada británica le han empezado a llover las críticas, por tratar de vender por más de dos mil 500 euros las entradas para una recepción que la reina de Inglaterra ofrecerá para conmemorar el bicentenario de la batalla de Trafalgar.
Por esa suma, los titulares de una entrada disfrutarán de 45 minutos de la compañía de Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, en una recepción con champaña en el Museo Real Naval de Portsmouth, en el sur de Inglaterra, publica la prensa.
Pese a que se trata de conmemorar la batalla de Trafalgar y homenajear a su héroe, el almirante Horacio Nelson, el evento pretende enganchar al público con la oportunidad de tomarse una copa con la soberana el próximo 21 de octubre.
Incluso los organizadores de la recepción aseguran a los interesados que sería ?muy extraño? no tener la oportunidad de cruzar unas palabras con Su Majestad, puesto que sólo habrá 70 personas en la sala del Museo Real Naval, señala la prensa.
La oposición política conservadora ha tachado de ?inapropiado y repugnante el uso comercial? de la reina.
?Conocerla debería ser un honor y no algo por lo que se pueda comprar una entrada?, según el portavoz de Defensa del Partido Conservador, Andrew Robathan.
Violan seguridad de academia del príncipe Harry
La academia militar en la que estudia el príncipe Harry de Inglaterra ha sido blanco de una nueva intrusión por parte de un reportero, que logró con éxito llegar hasta su habitación, afirma el sensacionalista News of the World.
Según la versión dominical del Sun, el periodista se hizo fácilmente con un puesto de trabajo de mantenimiento en la prestigiosa academia de Sandhurst, en el sur de Inglaterra.
El informador no sólo accedió a su cuarto, sino que consiguió en tres ocasiones acercarse al joven príncipe, de 20 años, sin ser registrado por los agentes de seguridad.
La supuesta hazaña ha vuelto a poner en entredicho la seguridad del centro militar y, una vez más, ha obligado al Ministerio de Defensa a poner en marcha una investigación.
El pasado junio, un reportero del Sun logró entrar en las dependencias de la academia con una bomba falsa.