En el cuerpo de la víctima se observan más de 15 heridas hechas con cuchillo
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Alberto de Jesús, de 17 años, acabó con su martirio. A las 2:40 horas, el joven habló a casa de su tío. ?Acabo de matar a mi padre?, dijo. El familiar informó a las autoridades y se logró su detención. El crimen ocurrió en la casa del finado. Alberto aseguró que se defendió de un ataque sexual.
Armado con una navaja multiusos y un chuchillo cebollero, Alberto de Jesús Gutiérrez Osornio, de 17 años, acribilló a su padre Alberto Alejandro Gutiérrez Escajeda, de 44 años. La víctima tenía más de 15 puñaladas; la hoja del cuchillo se rompió y fue localizada en la azotea de la casa.
El crimen ocurrió cerca de las 1:30 horas, del jueves 22 de septiembre, en la finca ubicada a un costado del número 815, de la calle Cabo San Agustín, de la colonia Villa California. La casa estaba en condiciones bastante insalubres.
Delgado, de tez blanca, con un rostro que todavía no abandona la pubertad y con ralo bigote de adolescente, Alberto de Jesús, reconoció ante los medios de comunicación su crimen. El joven estaba esposado y todavía tenía manchas de sangre en sus manos.
Sobre el presunto homicida, se dijo que estaba radicando en Denver, Colorado, con su madre y sus dos hermanas. Tenía un mes en la ciudad y la mayoría de las veces se quedaba en casa de su tío Jesús Gaspar Moreno Flores, en la colonia La Dalia.
El joven reconoció que hace tiempo era adicto a los inhalantes y recibió un tratamiento de desintoxicación, que también tenía terapia psicológica. En su defensa, Alberto de Jesús, dijo que cuando era niño, su padre también lo había atacado sexualmente, y habló de sus hermanas sin precisar más detalles.
Respecto al finado, se obtuvieron datos relevantes del interior de su auto VW azul, el cual tenía números de teléfonos celulares, ropa y diversa papelería. Había una acreditación del Sindicato de Maestros y antes de su muerte laboraba para una empresa que ofrecía limpieza en hospitales.
LA LLAMADA
A las 2:40 horas, Jesús Gaspar Moreno, atendió el teléfono y escuchó a su sobrino Alberto de Jesús. El menor le informó que acababa de matar a su padre, que iba para la casa en la colonia La Dalia, para contarle todo lo ocurrido.
Al colgar, el tío decidió llamar al número de emergencias del 060 y notificar los hechos. Que se había registrado un crimen en la calle San Agustín de la colonia Villa California y el presunto homicida, su sobrino, arribaría en un taxi en cuestión de minutos.
El familiar tiene su domicilio en la calle Lirios 137-A. Una patrulla de Seguridad Pública ya estaba en espera del jovencito y una cuadra antes de llegar con su tío, sobre el bulevar La Dalia y la calle Nardos, lo ubicaron a bordo de un taxi y lo detuvieron.
Otra patrulla ya estaba en la escena del crimen, esperando la llegada del Ministerio Público y la Policía Ministerial. Se procedió a reventar una cadena que aseguraba la cochera y por medio del cristal roto de una ventana, se pudo abrir la puerta de servicio.
ENVUELTO
En la sala, envuelto en una sábana y cubierto con bolsas de limpieza color verde claro, como de un hospital, se encontraba el cuerpo sin vida de Alberto Alejandro Gutiérrez.
Seis puñaladas en el tórax y vientre, dos en la espalda, heridas en ambas muñecas, fueron apreciadas a simple vista, en el cuerpo de la víctima, por los agentes de la Policía Preventiva.
En el reporte de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), se indicó que en primera instancia, se apreciaban hasta 14 heridas punzopenetrantes en diferentes partes del cuerpo. Será hasta el resultado de la necropsia, cuando se establezca la cantidad exacta de lesiones.
DISCUSIÓN
Durante el primer contacto que tuvo Alberto de Jesús con las autoridades, describió la forma en que ocurrió el crimen y dijo que todo inició por una discusión que tuvo con su padre.
El joven mencionó que hacía tiempo que no pasaba la noche en el mismo techo que su progenitor, y que de buenas a primeras empezó a tratar de asaltarlo sexualmente, por lo cual opuso resistencia.
Según el inculpado, dentro de su casa había cajas con material pornográfico, como revistas y películas, que eran de la predilección de su padre.
Sin definir el tiempo, Alberto dijo que su madre se había separado de Alberto Alejandro y había decidido mudarse a Estados Unidos.
Ahora corresponde al Ministerio Público desahogar las diligencias para integrar la averiguación previa, en torno al parricidio, y poder consignar el caso a la autoridad judicial.
