Londres, (EFE).- El Gobierno británico anunció que está estudiando la posibilidad de convertir en delito los matrimonios forzosos, una práctica extendida entre la comunidad asiática del Reino Unido.
Según el plan gubernamental, publicado en un documento titulado "Matrimonios forzosos: un error, no un derecho", los padres que obliguen a sus hijos a casamientos involuntarios podrían ser castigados a penas de hasta cinco años de prisión.
Actualmente, las familias que fuerzan a sus hijos a un determinado matrimonio sólo pueden ser acusados de delitos como rapto o asalto.
El Gobierno también estudia penalizar a los imanes u otros clérigos que oficien ese tipo de bodas a sabiendas de que una de las partes se casa contra su voluntad.
Otra cuestión que analiza el Ejecutivo es la posibilidad de tomar medidas contra casamientos forzosos que se celebren en el extranjero si los responsables y las víctimas son ciudadanos británicos.
La secretaria de Estado del Interior, la baronesa Scotland , afirmó que el nuevo delito sería una medida preventiva, si bien admitió que se trata de un "asunto sensible que no tiene respuestas claras o fáciles".
No obstante, la baronesa subrayó que ese tipo de matrimonios constituyen un "abuso de los derechos humanos y una forma de violencia doméstica que no puede justificarse por motivos ni religiosos ni culturales".
En los últimos cuatros años, la llamada "Unidad Conjunta de los Ministerios del Interior y Asuntos Exteriores" ha recibido denuncias de unos mil casos de matrimonios forzosos en ese país.
Ese tipo de bodas provoca no sólo las llamadas "muerte por honor", cometidas por familias que se vengan de personas que se resisten a contraer matrimonio en contra de sus deseos, sino también numerosos suicidios de jóvenes asiáticas.
La mayoría de las víctimas suelen ser del sexo femenino, incluidas menores, si bien los expertos creen hasta un quince por ciento de los casos afecta a varones.
En el Reino Unido, las personas que se ven obligadas a casarse contra sus deseos no sólo proceden de países del sudeste asiático como India, Pakistán o Bangladesh, sino de otras zonas como Africa, Oriente Próximo e, incluso, Europa del Este.