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BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Mientras corta el primer pedazo de su bife, Mauricio Ochmann levanta la vista hacia el antiguo Puerto Madero y frunce el ceño: ?aprendí a usar pistolas pero también que debes tener cuidado porque hay mucho loco que puede conseguir fácilmente un arma?.
Hasta antes de la filmación de Ver, Oír y Callar , el actor mexicano ni siquiera conocía las pistolas. Ahora no sólo sabe usarlas, sino que también está consciente de su poder, aunque sea un arma de ?mentiritas?.
Y cuando Mauricio le da un momento de tregua a su bife para saborear un trago de vino tinto, aprovecha también para hacer un comentario final: ?en última instancia mi personaje también me enseñó que si alguien saca una pistola la tiene que usar; no se debe cargar así de a gratis?.
Ver, Oír y Callar fue dirigida por Alberto Bravo y se estrenará este viernes en México. Filmada el año pasado, Ochmann no pudo asistir a la premier y ni siquiera ha visto el corte final porque hace dos meses que reside en Buenos Aires, donde graba una novela para Telemundo.
Obligado a recordar, el actor asegura que ?se divirtió como enano? en las secuencias de acción. ?Hay una persecución a pie por las calles de la colonia Condesa, con explosiones, efectos, peleas... fue muy divertido?.
Después del bife Mauricio ejerce el oficio de guía turístico para proponer que las fotos se hagan en Caminito, Barrio de Boca, ahí donde el Río de la Plata da vuelta hacia el mar y donde nació la milonga.
?Las casas son multicolores porque la gente era tan pobre que las pintaba con los residuos de la pintura que encontraba en los barcos ingleses?, explica el actor.
Luego, con el estadio Xeneixa de fondo, Mauricio retoma el asunto de Ver, Oír y Callar, en particular los dos ingredientes indispensables en toda película de acción: la violencia y el amor.
?Las escenas de cachondeo son fuertes y difíciles, me ayudó la confianza que tenía con Paola Núñez, quien ya había sido mi compañera en la obra de teatro El Graduado ?.
Sobre el otro asunto, el actor mexicano explica que el director supo filmar una violencia de manera distinta a Hollywood. ?Toda la acción se explica por el carácter profundo de los personajes, tanto el mío como el judicial bueno que interpreta Luis Felipe Tovar. La violencia cambia a estos dos personajes y demuestra que es producto de las circunstancias?.
De hecho, Mauricio señala que la cinta le gusta porque aunque refleja la inseguridad y la delincuencia, se trata más bien de la relación que se establece entre estos personajes.
De regreso sobre Caminito, entre vendedores de mate y figuras en relieve de Carlos Gardel, Mauricio vuelve a fruncir el ceño: ?imagínate que mi primer película fue una pequeña colaboración con Luis Mandoki en Mensaje en la Botella. Y ahora ni siquiera pude ir a la premier de Ver, Oír y Callar; pero además nunca me imaginé que viviría en Buenos Aires. Cuando llegamos, mi mujer y yo nos vimos a la cara y exclamamos: ?¡estamos en Argentina!?. Es un lugar maravilloso, aunque por supuesto extrañamos el picante?.
BUSCA RESCATAR CINE POLICIACO
La cinta Ver, Oír y Callar no busca los premios ni tampoco proyectarse en festivales internacionales, sólo ?existe por la necesidad de rescatar un cine policíaco perdido en México y entretener al público?, declaró su director Alberto Bravo García.
-Se trata, dijo el realizador, de una cinta de acción que muestra la realidad del secuestro en México, los negocios de la delincuencia organizada y la participación de algunas autoridades gubernamentales en actos ilícitos; aunque también prevalece una historia de amor.
-En el largometraje que se estrenará a nivel nacional este viernes cuatro de marzo, se exponen las vicisitudes de un policía y un ladrón experto en saquear bóvedas de seguridad, que cruzan sus caminos al tratar de liberarse cada uno de sus culpas.
-Para consolidar el filme, al director le tomó alrededor de medio año, ya que conforme crecía el guión al lado del coproductor Arturo Hernández, visualizaba el trayecto de cada una de las escenas, que incluso, dijo, son al estilo de Hollywood.
-Reveló que su ópera prima tuvo un costo de aproximadamente tres millones de dólares, unos 35 millones de pesos financiados por Bravo Cinema Corporation y el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine Mexicano (Fidecine).
-El cineasta reveló que para rodar esta cinta se inspiró en películas como Apocalypsis Now y Scarface.
-Sobre el título de su propuesta fílmica, sostuvo que Ver, Oír y Callar, más que nada, aconseja que ninguna persona se calle ante los problemas, pues las consecuencias podrían ser lamentables.
-Distribuida por Decine, la película llegará a 210 salas cinematográficas de México.
FUENTE: Notimex