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SAO PAULO, BRASIL.- La sonrisa de niño que lo caracteriza desapareció de su rostro. Mientras charlaba ante cinco decenas de basquetbolistas juveniles reunidos en un campamento realizado en esta ciudad, Maybyner Hilario "Nene" hizo una pausa, agachó la cabeza y quedó en silencio.
Estaba recordando su infancia. "Yo nunca tuve lo que ustedes. Una oportunidad de estar en un campamento así. Aprovéchenlo a lo máximo", dijo el jugador de los Nuggets de Denver. "Nene", apodado así desde que tenía 12 años, ya que debido a su gran tamaño, siempre era el jugador de menor edad en la cancha, recordó esos viejos tiempos en su natal Sao Carlos, ciudad que se encuentra dentro del estado de Sao Paulo. "Yo, a diferencia de ustedes, jugaba con los tenis rotos. Cuando mis amigos hablaban de la NBA, yo fingía saber de lo que hablaban, pero en realidad no era así, porque yo no podía ver los juegos en mi casa", agregó.
Y no es que viviera en la miseria, pero tampoco fue rico. Su padre, José Paulo, arreglaba radios y su madre, Carmen, era enfermera. Había dinero suficiente, pero no para tener muchas televisiones. Al igual que la mayoría de los niños brasileños, creció amando el futbol, "torciendo siempre por el Sao Paulo", dice. Su ídolo era "Pele" (Edson Arantes do Nascimento), de ahí le surgió la idea de quedarse sólo con el apodo de "Nene", en lugar de su nombre completo. "Sabía que para poder hacer algo así tenía que ser lo suficientemente bueno en algo", agregó.
Ese algo no fue el futbol. Debido a su gran estatura, uno de sus maestros en la primaria le aconsejó jugar basquetbol. Así, dejó a lado los sueños de emular a "Pele". "Nene" clavó su primer balón a los 13 años. Sin problemas. A los 17 se volvió profesional con el Vasco de Gama. A los 18 ya era seleccionado.
Fue justo en una competencia con la verde amarelha, en los Juegos de la Buena Voluntad de 2001, cuando aseguró un lugar en la Asociación Nacional de Basquetbol (NBA, por sus siglas en inglés). Enfrentando a Estados Unidos, le bloqueó tres disparos a Jermaine O?Neal, estrella de Indiana. Agregó dos tapones más, que se sumaron a sus ocho puntos y siete rebotes en apenas 18 minutos.
Menos de un año más tarde, fue tomado en el séptimo lugar global por los Knicks, que lo mandaron de inmediato a Denver, donde lleva tres años de actuaciones sólidas, aunque nada espectaculares. En 2004 sólo jugó 55 de los 82 partidos de temporada regular debido a diversas lesiones. "Ese ha sido mi problema, las lesiones y la continuidad del entrenador, pero ahora con George Karl, las cosas deben cambiar", agregó el jugador.
"Nene", quien cumplirá 22 años el 13 de septiembre próximo, está en la última temporada de un contrato por casi diez millones de dólares que firmó a su arribo a la liga y sabe que un aumento considerable dependerá de lo que haga en 2005. "Este es un año clave para mí", dijo. "Necesito tener una gran actuación para asegurar el futuro de mi familia", sostuvo. Y para ya nunca más volver a jugar con los tenis rotos.