Buenos Aires, (EFE).- Un médico argentino fue condenado a pagar más de 164 mil dólares por mala praxis a la familia de un paciente que murió después de que el profesional le extirpara un tumor pese a que sólo debía efectuarle una operación exploratoria.
La sentencia fue dictada por la Cámara Civil de Buenos Aires contra un médico, cuya identidad no fue revelada, que en mayo de 1996 operó a su colega Alejandro Bosio, de 40 años, en un sanatorio de la capital argentina, informaron fuentes judiciales.
La intervención quirúrgica estaba destinada a obtener una muestra del tumor de un centímetro detectado en el hipotálamo del paciente para someterlo a una biopsia.
Sin embargo, según describe el fallo, el médico que realizó la operación "se excedió en sus funciones al tratar de extraerlo en su totalidad tras advertir que no podía seccionarlo para obtener una muestra".
Bosio nunca recuperó el conocimiento y una semana más tarde falleció.
Los jueces consideraron que el médico que operó a Bosio debió detener la intervención al comprobar la imposibilidad de obtener la muestra y no seguir adelante con la cirugía.
Prefirieron no detenerse a analizar si la aparición del hematoma que luego derivó en la muerte "se debió a la extracción total del tumor, a un problema de coagulación o a una hemostasia deficiente", y señalaron que "probablemente" el hombre seguiría con vida si el médico hubiera detenido la intervención quirúrgica.