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México, DF.- El actor Mel Gibson tachó a la ceremonia de entrega del premio Oscar como ?una celebración mediocre? y señaló a los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos de tratar a su película La Pasión, como un juego político de futbol.
?Mi película no es derechista ni política, pero así la hicieron ver?, comentó el actor, director y productor. De acuerdo con el sitio imdb.com, Mel Gibson hizo estas declaraciones en una entrevista que concedió al canal católico de televisión por cable EWTN (Eternal word television network).
Gibson, quien ganó un Oscar por la dirección de Corazón Valiente en 1995, destacó que ?la noción de estos premios es ridícula... Es en realidad un ejercicio de mercadotecnia, todo es producto de la publicidad?. Dijo también que decidió no promover La Pasión, para ser considerado para las nominaciones del Oscar, porque ?eso lo habría sido en vano?.
?Sé exactamente que va a pasar, por eso no traté de hacerle publicidad al filme. La gente gasta de 15 a 20 millones de dólares en anunciar sus películas, eso es mucho dinero por una pequeña estatuilla dorada?, ironizó el actor.
Gibson produjo La Pasión con 20 millones de dólares, no obtuvo apoyo de ningún estudio, pero sus ganancias fueron de alrededor de 600 millones de dólares, entre la exhibición de la cinta, los dividendos por la venta del DVD y los ?recuerditos? que se venden por Internet, desde la reproducción de unos clavos, hasta las cruces miniatura.
A eso se une lo que ganará por la transmisión de la cinta por televisión y el posible reestreno, ahora que viene la semana santa.
Ahora, Gibson continuará con la temática católica en su siguiente filme, en el que pretende abordar la historia de los tres pastorcillos portugueses que aseguraron haber presenciado las apariciones de la Virgen de Fátima en 1917.
El actor, católico devoto, visitó el año pasado el Convento del Carmelo en Coimbra (ubicado en el centro de Portugal) para mostrar La Pasión a la última de las videntes de Nuestra Señora, la hermana Lucía de Jesús, fallecida en febrero pasado.
Esta semana se reportó que Gibson quedó impresionado con los relatos acerca de las apariciones que le refirió la religiosa carmelita, cuyo deceso ocurrido el 13 de febrero conmocionó al mundo católico.
El 13 de mayo de 1917, cuando tenía diez años, Lucía aseguró ver, junto con sus primos Jacinta y Francisco Marto, a Nuestra Señora en la Cueva de Iria, situada en el poblado de Aljustrel. La monja más famosa de Portugal, que falleció a los 97 años, fue la única de los tres pastores que afirmó poder escuchar las palabras de la Virgen en las apariciones que se sucedieron los días 13 de cada mes hasta octubre de aquel año.
En un principio, la jerarquía de la Iglesia Católica se mostró escéptica respecto de las afirmaciones de los tres jóvenes videntes, pero en octubre de 1930, el obispo de Leiria hizo público en forma oficial que las apariciones eran dignas de crédito.
