El gran problema de la pasión es que suele nublar la razón. Los dimes y diretes, las descalificaciones y golpes bajos que parecen caracterizar el quehacer político-proselitista de los últimos días -en contraste con el alto nivel de civilidad que marcó gran parte del proceso- a nadie beneficia y en cambio, abre una gigantesca puerta a la incertidumbre y hasta al temor. Por eso, los empresarios laguneros se vieron en la necesidad de llamar a la cordura a las dos principales fuerzas políticas en pugna, el PRI y el PAN y demandaron de sus respectivos candidatos limpieza en el proceso electoral de este domingo 25 de septiembre.
Tan simple: los presidentes de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Édgar Ríos Zapata, del Centro Empresarial de La Laguna, Fernando Royo Díaz Rivera y del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada, Víctor Alducin Flores, consideran que apostarle a la “rumorología” y a fabricar una situación de miedo, no beneficia a ningún partido y en cambio perjudica el desarrollo de esta jornada cívica ya que elimina las condiciones de confianza para que la gente acuda a votar y simplemente tienen razón.
Pero además, Royo Díaz, demanda “que el Gobierno del Estado saque las manos del proceso electoral y que se concrete únicamente a garantizar una jornada electoral tranquila y la seguridad de los ciudadanos ese día”, por la misma necesidad de que las elecciones se mantengan libres de contaminación y que “no haya más anacronismos que sólo ofenden la inteligencia de los ciudadanos”.
En suma, los coahuilenses en lo general y los laguneros en lo particular, no merecemos, ni aceptamos, campañas de bajo cuño en donde los correos electrónicos con información falsa y tendenciosa, la difamación y los volanteos ofensivos terminen por envilecer una jornada cívica que debe ser ejemplar y en donde los ciudadanos, libre y razonadamente, acudan a emitir su sufragio.
Valga pues un llamado a los candidatos y sus respectivos grupos de apoyo a la cordura, a la altura de miras y la civilidad política; y a los ciudadanos, un exhorto a ejercer conscientemente, ese derecho constitucional y obligación cívica de acudir a las urnas.
