Monterrey, NL, (Notimex).- Más allá de reflexionar y remembrar los hechos sucedidos para que el país surgiera como una nación independiente, la celebración del Día de Independencia sirve como pretexto para festejar la alegría mexicana.
La socióloga Laura Charles expresó en entrevista que la pérdida de valores a fechas consideradas históricas y religiosas, como el Día de la Independencia, incluso la Semana Santa, son tradiciones diluidas en la sociedad.
"A mediados del siglo XX inició un debilitamiento a los valores estructurales, iniciando por la familia y siguiendo por el sistema educativo y la falta de una implementación de políticas gubernamentales que los fomenten", dijo.
La también coordinadora del Colegio de la Especialidad de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), señaló que es necesario fomentar los valores patrios, principalmente en los estudiantes.
Expuso que este debilitamiento, aunado a la globalización que ha traído otras costumbres y al consumismo, originó que el individuo se inclinara por satisfacciones personales como la moda, la música, los vicios y el sexo, principalmente.
"Los mexicanos ahora celebramos la mexicana alegría en el Día de la Independencia y no precisamente por lo que este hecho significó sino porque se trata de un día de asueto en el que podemos desvelarnos, festejar con cazuelas mexicanas, bebidas y música.
La socióloga comentó que en estas celebraciones de septiembre la mayoría de la población se divierte pero ni siquiera se entona el Himno Nacional, como citar un ejemplo.
"Es como si estuviéramos ajenos a lo que pasó, como si tuviéramos libertad porque así tenía que ser y no porque algunos lucharon por ella, no nos sentimos parte de ello, yo creo que es desde las tres posiciones, sistema educativo, familia y gobierno los que debemos apoyarnos para evitar una descomposición total", expresó.
Charles comentó que fue en los años 40, 50 y hasta los 60 cuando la sociedad mexicana tuvo una mayor participación en los valores patrios con el surgimiento de pintores, escritores y maestros con alto idealismo que fomentaron la unidad nacional.
"Ahora tenemos a un sistema social que exige mucho y que brinda pocas expectativas a los jóvenes, y esa falta de equilibrio ha hecho que ciertas cosas queden totalmente desatendidas como la conciencia hacia la política, la religión y la educación", finalizó.