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MÉXICO, DF.- El presidente de México, Vicente Fox Quesada, afirmó ayer que México es “ejemplo de legalidad, de apego a la Ley y de fortaleza de las instituciones”, luego de participar en las exequias del Papa Juan Pablo II.
El mandatario, quien fue abordado por un grupo de periodistas tras la ceremonia en la Plaza de San Pedro, se refirió así sobre el desafuero aprobado por la Cámara de Diputados la víspera contra el jefe de Gobierno de la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador.
Fox no valoró directamente la decisión del Poder Legislativo, pero al respecto señaló que “el cambio que se dio en 2000 en México se hace evidente todos los días”.
“En cuatro años de lo que va de Gobierno se evidencia que estamos en un nuevo paradigma, un paradigma de legalidad, de Estado de Derecho, de fortaleza de las instituciones”, manifestó el presidente mexicano.
Reiteró que “hoy México da ejemplo al mundo de legalidad, apego a la Ley y fortaleza de sus instituciones”.
Asumirá PAN costo político: Espino
Por otra parte, el presidente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos, aseguró que “el Blanquiazul está dispuesto a pagar el costo político del desafuero del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, porque ello significó el respeto y fortalecimiento del Estado Derecho”,
En entrevista, el dirigente nacional panista sostuvo que el voto de los diputados de su partido a favor del desafuero se motivó estrictamente en criterios jurídicos, y acusó al PRD y a López Obrador de ser quienes se han opuesto al fortalecimiento de la legalidad en el país.
-¿Prevé que tenga un costo político negativo para el PAN el desafuero de López Obrador?- se le preguntó a Espino, minutos antes de reunirse con los dirigentes y legisladores del PAN en el Distrito Federal.
“No, no tiene por qué haberlo, pero hemos dicho que si este asunto tuviese algún costo político para el PAN por el sólo hecho de haber sido congruente al honrar el estado de derecho de nuestro país, estamos dispuestos a pagar ese costo”.
Asimismo, Espino dijo que México todavía tiene una democracia “incipiente e inmadura”, y para fortalecerla se requiere también un Estado de derecho sólido.
