MIAMI, FLORIDA.- El escolta Dwyane Wade no pudo evitar que los Heat de Miami sintiesen la presión de los Wizards de Washington, pero al final con 31 puntos, 15 asistencias y siete rebotes consiguió que su equipo ganara por 108-102 el segundo partido de la eliminatoria de las semifinales de la Conferencia Este.
La victoria permite a los Heat mantener su invicto en lo que va de la fase final del campeonato y tener la ventaja de 2-0 en la serie que disputan al mejor de siete partidos y que se traslada al MCI de Washington, donde se jugará el tercero el próximo jueves.
De nuevo Wade confirmó que es el líder indiscutible en el ataque de los Heat y lo demostró al anotar diez de 15 tiros de campo para encabezar a los cinco titulares que anotaron el doble dígitos y dieron a su equipo un 57.6 por ciento de acierto en los tiros de campo (38 de 66) y un 43.5 en los triples (diez de 23).
Wade, que estableció nueva marca de equipo en asistencia para un partido de la fase final, en los 40 minutos que estuvo en el campo aportó en todos los apartados del juego al recuperar tres balones y poner dos tapones, que fueron de gran ayuda para la defensa.
Sin embargo, los Heat también dejaron claro que son el equipo con el peor porcentaje en los tiros de personales al fallar 18 de los 40 tiros que hicieron para quedarse con un 55.0 por ciento de acierto.
Esos fallos fueron los que hicieron posible que los Wizards surgiesen en el último cuarto para darle mayor emoción a un partido que siempre estuvo bajo control de los Heat, que llegaron a tener una ventaja de 14 puntos.
El veterano alero Eddie Jones estuvo imparable con los triples al anotar cinco de nueve y aportar 21 puntos, mientras que el alero Udonis Haslem iba a convertirse en el factor sorpresa después de la gran labor que hizo bajo los aros al capturar 13 rebotes y encestar 14 tantos.
El base Damon Jones hizo su trabajo de apoyo constante a las acciones de Wade y aportó 14 puntos con dos rebotes y una asistencia.
Los reservas también hicieron su trabajo y dieron 12 puntos a los Heat, que vieron cómo su jugador estrella, el pivot Shaquille O?Neal, sigue sin jugar su mejor baloncesto y ser el hombre alto más dominante que hay en la Liga Nacional de Baloncesto (NBA, por sus siglas en inglés).
Tal vez por primera vez en su carrera profesional, O?Neal siente que detrás hay un equipo de verdad y no tiene por qué ir al máximo en todos los partidos e hizo una aportación discreta de 16 puntos, siete rebotes, dos asistencias y puso dos tapones.
"El objetivo era conseguir el triunfo, lo conseguimos y tendremos que seguir haciendo los ajustes y cambios que nos ayuden a mejorar en los aspectos del juego que no estuvimos bien", comentó Stan Van Gundy, entrenador de los Heat.
Mientras, los Wizards, como había anticipado su entrenador Eddie Jordan, iban a salir al campo y a luchar y a demostrar que pueden hacer bien las cosas y ganar a cualquier rival.
Esta vez no llegó el triunfo porque Wade siempre cargó sobre sus hombros a los Heat y los 32 puntos del alero Antawn Jamison, que había sido duda antes del partido por las molestias de tendinitis que sufre en su rodilla derecha, junto con los 28 del base Gilbert Arenas y los 15 de Larry Hughes no fueron suficientes para completar la sorpresa.
"Nos faltó algo más de acierto en los tiros de campo y en la ejecución de algunas jugadas, pero estuvimos cerca de conseguir el objetivo del triunfo", comentó Jordan. "Jamison jugó un gran partido, lo mismo que el resto de sus compañeros".
Tanto los jugadores de los Wizards como Jordan también reconocieron que la diferencia al final iba a ser Wade, que un partido más mantuvo su marcha triunfal y estuvo imparable en cada una de sus acciones.
"Esperemos que en nuestro campo las cosas sean diferentes y podamos romper la racha de diez derrotas consecutivas que tenemos contra los Heat", agregó Jordan.