ÉXODO | ARTISTAS MEXICANOS DECIDEN CAMBIAR SU RESIDENCIA A FLORIDA
Agencias
Luminarias como Adal Ramones, Luvero y Alejandro Fernández consideran dejar su país para vivir en Esyados Unidos.
MIAMI, FLORIDA.- Ya sea por huir de la inseguridad, por inversión, en busca de nuevos horizontes de trabajo o simplemente para vacacionar, el caso es que cada vez es más grande el número de luminarias que cambian su residencia a Miami, situación que ha beneficiado enormemente al sector de bienes raíces de dicha ciudad norteamericana.
Artistas como Ariel López Padilla, Luisa Fernanda (ex Garibaldi), Mauricio Islas y Luis José Santander llegaron al sur de Florida con la intención, no sólo de buscar trabajo ?y es que ahí se encuentran las principales cadenas de televisión nacionales, productores de telenovelas, cine y música -, sino para invertir en el negocio de bienes raíces.
Lucero y Mijares, Alejandro Fernández y Adolfo Ángel -vocalista del grupo Los Temerarios-, se encuentran entre los nuevos dueños de residencias lujosas de cientos de miles de dólares en Miami, al que poco a poco le han ido llamando el ?Hollywood Latino? por la enorme presencia de luminarias de habla hispana que en él se encuentran.
Ernesto Laguardia, Sergio Mayer, Adal Ramones y Patty Manterola se quedan en el edificio Jade de la bahía de Brickell, el mismo donde adquirió el año pasado el cantante Luis Miguel y el cual es uno de los más lujosos construidos en la ciudad.
Sus ostentosos apartamentos cuentan con tecnología de punta y están valorados entre medio millón de dólares y los siete millones.
La imponente construcción cuenta con cocina computarizada y sistema de luces y música que se pueden controlar desde el estacionamiento, así como ascensores privados y una vista inigualable a la bahía de Miami.
Angélica María, por ejemplo, prefirió la no menos exclusiva zona de Brickell Key, en donde mantiene un apartamento desde 2002, según consta en los registros de la ciudad; mientras que Alejandra Guzmán posee uno en Miami Beach.
Otros como la productora de telenovelas Carla Estrada y José José, prefirieron vivir en la isla de Cayo Vizcaíno. La actriz Lucía Méndez, por su parte, lo hace en el exclusivo barrio de Coral Gables y Gaby Rivero en Coconut Grove.
Uno de los compradores más recientes es el cantante Cristian Castro, quien adquirió una propiedad valuada en cerca de 1.8 millones de dólares en el exclusivo barrio de Coco Plum para vivir con su esposa, la argentina Valeria Liberman y la hija de ambos, Simone.
Paulina Rubio no dudó en construir su propia residencia en Star Island, mientras que Gloria Trevi se estableció en el norte de la ciudad en Hialleah, inmediatamente después de su salida de la cárcel por el proceso de corrupción de menores.
La lista incluye a otros residentes que han venido y se han quedado a vivir en forma permanente por el trabajo como Fernando Arau, Luisa Fernanda, Esteban Arce, Mónica Noguera, Ricky Luis y Fernando del Rincón, entre otros.
En algunos casos como en el del conductor Adal Ramones y Juan Soler, se ha llegado a especular que la búsqueda de una nueva residencia en esta ciudad se debe a la violencia que enfrenta el país, al ser víctima de asaltos o amenazas de secuestro.
Como quiera, a las estrellas, la inversión en bienes raíces en Miami les ha resultado un negocio redondo.
?Vale oro?
Los analistas de mercado de Miami aseguran que ?esta moda? de vivir en la ciudad, ha resultado un negocio redondo en el ramo de los bienes raíces.
-Según datos de Century 21, en Miami en los últimos cinco años la plusvalía de las propiedades en esta ciudad ha sido de entre 20 y 30 por ciento, en parte debido a la creciente inversión extranjera.
-Muchos de estos compradores extranjeros reciben créditos de hasta un 80 por ciento de instituciones financieras estadounidenses como Bank of América y que se están enfocando en compras que oscilan entre los 200 y 500 mil dólares.
-Según datos de Fortune International Realty, una empresa que representa a más de 30 urbanizadores, en los últimos tres años cerca de 800 mexicanos compraron 500 millones de dólares en propiedad en Miami.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón