El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- La 44ª Muestra Internacional de Cine sigue su curso y esta noche presentará una historia que deja al descubierto la forma de vida de los marroquíes dentro del filme Mil Meses.
Al igual que las películas exhibidas anteriormente, esta coproducción de Marruecos, Francia y Bélgica será proyectada en funciones de 18:00 y 20:30 horas, en Cinépolis Cuatro Caminos.
Mil Meses se desarrolla en el Marruecos de 1981, en el mes de ayuno del Ramadán. Mehdi, un niño de siete años, vive en una villa ubicada en el corazón de la región montañosa del Atlas, junto con su madre Amina y su abuelo. Como su padre está en prisión por promover una huelga, su madre y su abuelo han acordado decirle que partió a trabajar a Francia. Mehdi es responsable de resguardar la silla del profesor, pero inesperadamente ésta desaparece, lo que genera un caos, en el que todo indica que el culpable es una persona muy cercana al pequeño.
Este filme es el primer largometraje del director-escritor Faouzi Bensaïdi, que aunque al principio se mira como el encantador punto de vista de un niño, pronto se convierte en algo más complejo.
De los distintos personajes y diversos eventos que conforman la trama, muchos de ellos se relacionan con Mehdi. Esta táctica es un intento deliberado del director para alterar las expectativas de la gente: ?Me gusta atraer la audiencia hacia un sendero que parece estar tranquilo?, dice Bensaïdi, ?sólo para cambiarles el juego más tarde. El centro se mantiene en constante cambio y lo que parece ser el margen se convierte en el imán que atrae todo lo demás, sólo para desaparecer y ser reemplazado por otros elementos periféricos?.
De tal forma que más que Mehdi, es la audiencia quien provee la mirada inocente. Bensaïdi no busca explicar de más, de tal forma que muchos de los personajes se los debe explicar el público por sí mismo.
En gran parte del filme el desapasionado y curioso tratamiento de Bensaïdi logra lo esperado, permitiendo la aparición de breves escenas incidentales de peso y detalle social y personal. Esto no quiere decir que la película sucumba a la nostalgia paralizante; queda claro que la retratada es una sociedad estrecha, en la que la religión sirve en gran medida como una fuente de miedo y un medio para tener límites.
Mañana, durante el octavo día de actividades de la Muestra, tocará el turno a la cinta francesa las bordadoras, la cual obtuvo el premio de la Semana de la Crítica, durante el Festival Internacional del Filme en Cannes el año pasado.