Con motivo del Día de Reyes, gran parte de la humanidad, especialmente la cristiana, renueva los propósitos de llegar a alguien superior, no ya para ofrecer el oro, incienso y mirra -que tenían mucho significado para los Reyes del Oriente- sino para tocar ese pedazo de divinidad que nos fue arrancado desde tiempos inmemoriales y por lo cual vivimos en una nostalgia perenne, tratando en toda nuestra vida de reconocer la parte sobrenatural que llevamos dentro.
Para los rotarios el ejercicio de los valores de fraternidad, solidaridad, subsidiariedad, que nos acercan al hombre, indudablemente descubren en nosotros la parte más espiritual de nuestra existencia.
En esta colaboración quiero comenzar el año, con una magnífica aportación de un rotario de Ciudad Juárez, que nos alienta para proseguir en nuestra organización y en nuestros programas de servicio.
Ser Rotario:
Es más que ayudar al prójimo, es saber comprenderlo, amarlo y brindarle amistad.
Es sembrar la semilla del amor, hacerla florecer y multiplicarla.
Es mucho más que un club social, es creer que en el mundo existe equidad y trabajar para lograrla.
Es no sólo pertenecer a un grupo de ayuda humanitaria, es poner cuerpo y alma en cada avenida para lograr la sonrisa de un niño.
Es ser proveedor de esperanza, y alcanzar a servir a los más necesitados en el mundo.
Es tener la convicción, de ayudar al desprotegido y consolar al afligido.
Es voluntariamente entregarse por amor al prójimo y no esperar algo a cambio.
Es unir fuerzas para combatir heroicamente la ignorancia, el hambre y la pobreza.
Es construir un refugio para el desvalido y brindar herramientas al minusválido.
Es algo que no tiene que ver con la política y sólo tiene que ver con el amor.
Es no sólo llevar un prendedor en el pecho, es portar en el corazón compasión y bondad.
Ser Rotario:
Es muy contagioso y hace que otros vuelvan a creer en la nobleza del hombre.
Es creer en la dignidad humana y ayudar a los hermanos a descubrirla.
Es arrancarles a los niños de hoy y del mañana la grave amenaza de la Poliomielitis.
Me faltarían letras para describir lo que para mí es ser rotario, sólo les puedo decir, que me siento muy orgulloso de serlo.
El cumplir nuestra organización, Rotary International, 100 años, no hace al club más viejo, lo hace más grande y más sabio.
Palabras escritas y enviadas por el compañero rotario:
Opt. Alfonso Loya H. de Ciudad Juárez, México. Rotario por convicción.
?A celebrar Rotary?.
Nacho1948@hotmail.com