Me habría gustado conocer a Chauncey Depew, político y orador americano. En cierta ocasión fue invitado a hablar al principio de un banquete. Antes que él hablaría el famosísimo Mark Twain. Acordaron los dos que cada uno hablaría 20 minutos, pero el autor de "Huckleberry Finn" habló durante una hora. Recibió al terminar un gran aplauso.
Cuando le tocó su turno dijo Depew:
-Señoras y señoras. Antes de llegar aquí el señor Twain y yo hicimos un trato: él diría mi discurso, y yo el suyo. Lo que acaban ustedes de escuchar son mis palabras. Les agradezco mucho la forma en que las recibieron. Desgraciadamente he olvidado el discurso del señor Twain, motivo por el cual voy a sentarme para que se sirva ya el banquete.
Se escuchó una sonora carcajada, y la ovación que Depew recibió fue más grande que la que oyó Mark Twain.
Me habría gustado conocer a Chauncey Depew. Sabía convertir una mala situación en una buena.
¡Hasta mañana!...
