Quisiera conocer la flor nombrada "munisté", que nuestros antepasados indios llamaban tlapalisquixó-chitl. Moctezuma, amigo de las plantas y de los animales, quiso tenerla en su jardín. Le pidió a Malinal, señor de Tlaxiaco, que le regalara un ejemplar. El rey negó el obsequio. Entonces Moctezuma armó un ejército, atacó la ciudad de Malinal y se llevó la flor.
¿Qué flor sería ésta, tan hermosa que motivó una guerra? Yo la imagino más bella aún que la más bella orquídea. Sus pétalos deben ser suaves como caricia de virgen, y su aroma ha de tener el perfume que el amor tendría si se volviera flor.
Algún día veré una flor maravillosa que jamás en mi vida he contemplado, y sin que nadie me lo diga sabré que estoy mirando la flor de munisté.
¡Hasta mañana!...