Persona de mucho talento -de muchos talentos- es el profesor Ricardo Torres Martínez. Maestro, educador, hombre de letras, promotor de la cultura, su labor en el servicio público y en la empresa privada ha sido de gran beneficio para la comunidad de Monterrey y Nuevo León.
Lo que más admiro en él, sin embargo, es su apasionado amor a la fiesta de toros. Fue en su juventud aficionado práctico. De su calidad habla el mote con que era conocido: "El llenaplazas". Pocos han hecho tanto como don Ricardo por mantener la integridad y brillo de la torería.
Me entero ahora por mi paisano José Rodríguez Luévano de que el maestro Torres Martínez preside la federación que agrupa a las peñas, agrupaciones taurinas y aficionados en general. En buenas manos está la fiesta, pues. Quien la ama como Ricardo Torres -que además tiene nombre de torero- no puede menos que preservarla y acrecerla. Como se dice en expresión taurina: ¡Que haya suerte!
¡Hasta mañana!...