HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El Señor, que a veces tiene humos de poeta, hizo a la primavera. No alcanzó a imaginar todas las cosas cursis que los malos poetas escribirían sobre el tema.
Entre las muchas hermosuras con que llenó a la primavera el Creador puso en ella el verdor de las plantas. Todas echaron hojas nuevas, desde los elevados árboles hasta la hierba mínima. En el jardín del Edén hubo toda clase de hojas: grandes y pequeñas; redondeadas y largas; gruesas y delgadas; lisas y estriadas; opacas y brillantes...
Exclamó Adán lleno de admiración:
-¡Cuánta belleza!
Y exclamó Eva llena de alegría:
-¡Cuánta ropa!
¡Hasta mañana!...