"Nunca había hecho tanto calor". O: "Nunca había hecho tanto frío".
Así decimos, pero la verdad es que muchas veces ha hecho tanto frío, y muchas veces también ha hecho tanto calor.
En cuestión de temperaturas somos muy olvidadizos; no recordamos nuestras antiguas quejas sobre el clima.
Si Diosito hubiese sabido que íbamos a ser tan disgustados seguramente no habría hecho el clima. No sé qué habría hecho en su lugar, pero clima no. Y es que en tratándose del tiempo jamás nos da gusto el Señor. En verano nos molesta el verano, y en invierno el invierno nos molesta.
Pero ¿qué sería de nosotros sin el clima? Por principio de cuentas no tendríamos de qué platicar.
Y a propósito: ¡nunca había hecho tanto calor!
¡Hasta mañana!...