HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El Señor hizo al gallo. Le dijo:
-Serás el mensajero que anunciará a los hombres el amanecer de cada nuevo día.
Al gallo no le gustó la idea.
-Pero, Señor -opuso-. Eso significa que todos los días deberé levantarme muy temprano. Cuando los otros animales duerman todavía yo ya tendré que estar despierto.
-Es cierto -concedió el Creador-. Ésa será tu obligación. Y reconozco que es penosa. Pero a cambio te daré...
Y le musitó unas palabras al oído. Al gallo se le iluminó la cara. Dijo entonces:
-¡Así las cosas cambian! ¡Cuenta conmigo, Señor!
Los hombres no sabemos descifrar el gesto de las criaturas animales. Si lo supiéramos nos daríamos cuenta de que el gallo anda siempre con una gran sonrisa de felicidad. Y las gallinas también.
¡Hasta mañana!..