Todo en exceso daña, hasta la religión. Los atentados terroristas como el que Londres sufrió antier son resultado de un fanatismo religioso ciego. Esos crímenes no derivan de la pobreza, sino de la ignorancia. Contra esa forma de violencia no puede ninguna otra forma de violencia. Sólo a través de la educación se logrará que no haya más hombres cegados por la mentira, que en nombre de su dios, y para ganar un inventado paraíso, asesinen a inocentes.
Nada puede justificar esas matanzas, ni siquiera los abusos que cometen los países poderosos contra los débiles. Sin embargo los gobiernos de las naciones desarrolladas deben actuar con sentido ético, y no imponer su fuerza. El mundo conoció ayer la amenaza atómica, y sufre hoy la amenaza terrorista, que no reconoce límite ni freno.
Muchas edades ha vivido la humanidad. "Edad de la fe"... "Edad de la razón"... "Edad del progreso"... "Edad de la ilustración"... ¿Tendremos que resignarnos a vivir con nuestros hijos en la "Edad del miedo"?
¡Hasta mañana!..
