HISTORIAS DEL SEÑOR PÉREZ Y DE SU
TRÁGICA LUCHA CONTRA LA BUROCRACIA
La calle se veía larga, temible, solitaria.
El señor pérez entró en el Edificio del Estado y se dirigió al primer Empleado que encontró.
-Señor, tengo dos días sin comer.
Sin pronunciar palabra el Empleado le mostró dos puertas. El señor pérez entró por la puerta que decía ?Hombres?. Se vio en una habitación vacía que tenía dos puertas marcadas ?Niños? y ?Adultos?. El señor pérez traspuso la segunda y se encontró en otra habitación vacía. Ahí los letreros en las puertas decían: ?Nacionales? y ?Extranjeros?. Abrió la primera puerta el señor pérez y de nuevo se halló en otra habitación que tenía otras dos puertas señaladas con sendos letreros: ?Hambrientos? y ?Saciados?.
A punto de desfallecer, el señor pérez apenas tuvo fuerzas para abrir la puerta que le correspondía, la de ?Hambrientos?.
La abrió y se encontró en la calle.
Y la calle se veía larga, temible, solitaria.
¡Hasta mañana!..