Ahora estoy en el barrio de Las Nueve Esquinas, en Guadalajara. Tengo ante mí un rotundo plato de birria -peinecillo y macho- servido con largueza y sabrosura en "El Paisano", tradicional y famosa birriería.
Su dueña y señora, doña María Carmen Hernández Palomar, me obsequia un almanaque como aquellos que hacía Jesús Helguera. Tiene ese calendario un bello cuadro pintado por Curiel. En él se ve una de aquellas antiguas carnicerías mexicanas, con la bandera roja, y en la pared un cartel de toros y un anuncio de cigarros "Alas". El carnicero, proceroso señor alto y robusto, está en la puerta de su negocio meneando con una pala de madera el bien guarnido cazo de los chicharrones. Se ve la lata "de cuatro hojas" de la manteca, se ve el eterno can que husmea los riquísimos aromas, y se ve la clientela de hombres y mujeres del vecino tianguis.
Este calendario es para mí una obra de arte. Lo pondré en la cocina del Potrero, y ahí quedará por más que vengan otros calendarios. Obra de arte es también la insigne birria que en "El Paisano" se puede degustar. Por ambos dones doy las gracias a doña María Carmen, que tiene el mismo nombre de mi madre, y su misma bondad.
¡Hasta mañana!..