Esta gata es artera cazadora.
Las gatas, ya se sabe, son mejores cazadoras que los gatos. Los gatos cazan para ellos, las gatas para sus hijos.
La veo ir al sembrado con sus pasos de fantasma en acecho. Ahí, entre los barbechos, se encuentran las madrigueras donde viven los topos y las tuzas, los pequeños ratones campesinos. La gata espera con la paciencia de la vida y los atrapa con la eficacia de la muerte. No come ella: lleva la presa a donde están sus crías, y con maternal orgullo mira comer a sus gatitos.
Esta gata es la muerte y la vida. Por ella mueren unos para que vivan otros. Igual que la gata, pienso yo, es la vida. Y la muerte es igual que la gata.
¡Hasta mañana!..