Sé que Paco Calderón no leerá esto que ahora escribo. Cuando alguien está en el séptimo cielo de la felicidad no lee los periódicos. Pero quise decirle la alegría que sentí al saber que se había casado.
Es cosa usual hacer bromas a propósito del matrimonio. Sin embargo a mí me ha ido tan bien en él -40 años de casado tengo ya- que me lleno de gozo cuando se casa alguien a quien quiero. A Paco lo veo poco, pero lo siento mi cercano amigo, pues muchas veces me he beneficiado con su generosidad, con la sencillez bondadosa de su trato. El genial caricaturista es un ser humano excepcional. Para alcanzar la plena plenitud ya sólo le faltaba unir su vida a la de la mujer amada.
Desde lejos comparto su ventura, y cuando alguna venturosa ocasión me acerque a él lo abrazaré con el afecto que le guardo y le diré que lo acompaño en su sentimiento, el sentimiento de la dicha que da el amor cumplido.
¡Hasta mañana!..