El otoño es pintor, y se dispone ya a sacar sus colores y pinceles. Los tonos que prefiere son el naranja, el ocre, el amarillo... Pondrá primero sobre la tela del paisaje una capa ligera de neblina, y luego trabajará sobre ella para dejar esos matices que me gustan tanto, pues son en cierto modo mi retrato.
El otoño es el tiempo de la cosecha consumada. En el Potrero las calabazas llenan ya el rincón de la cocina. Bien pronto servirán para hacer el sabroso dulce con miel de piloncillo que encanta a los pequeños y a los grandes. Los misteriosos ritmos de la tierra la disponen al descanso. En el gris horizonte veo volar tres cuervos. Van uno tras el otro, y son como los puntos suspensivos de un poema inconcluso.
Otoño... El año vuelve a casa después de trabajar, y cuelga en una percha el saco y el sombrero, y busca las pantuflas, y toma té en su sillón favorito de la sala.
¡Hasta mañana!..