Estoy tomando café con don Abundio en su casa del Potrero. Llega don Atenor, compadre suyo, y le pide prestado su serrucho.
-Me va a perdonar usté, compadre -le dice don Abundio-, pero no lo tengo aquí. Se lo presté a Damasio. Lo quiere pa? serruchar las nubes, y que no caiga el granizo.
Don Atenor pone mirada de no haber entendido, farfulla luego un gracias y una despedida y se retira. Le digo al viejo con tono de reproche:
-Don Abundio: ¿qué clase de mentira es esa del serrucho para partir las nubes?
-Licenciado -responde él-: cualquier pretexto es bueno pa? no hacer lo que no quieres hacer.
Yo me quedo pensando. Iba a pedirle otra taza de café, pero mejor no se la pido ya.
¡Hasta mañana!..