Hay quienes están en el amanecer de la vida. Son los niños.
Hay quienes están en el crepúsculo de la vida. Son los ancianos.
Y hay quienes sufren quebrantos de la vida. Son los pobres, los enfermos, los discapacitados, los que han perdido su trabajo, los migrantes, los que sufren injusticia o son objeto de discriminación.
Si no miramos por ellos no somos dignos de vivir con ellos.
El rico ha de ver por el pobre; el sano debe cuidar del enfermo; el poderoso debe ayudar al débil. De otro modo la riqueza se vuelve pobreza del espíritu, la salud se hace enfermedad del alma y el poder se convierte en debilidad mortal.
Sólo el hombre puede salvar al hombre. Y el amor es el único camino de su salvación.
¡Hasta mañana!..