SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Moby no dio pena ajena aunque sí dejó algo qué desear. Aunque con un espectacular juego de luces multicolores y un potente sonido que hicieron que se enchinara la piel y se inflamara el corazón, el compositor y cantante neoyorquino regresó a esta ciudad para refritearse a sí mismo.
El concierto que ofreció en el Palacio de los Deportes recordó, a las más de 12 mil 500 personas que asistieron, por qué es una de las figuras más importantes de la música dance, sin embargo éste no sorprendió más allá del show que presentó en abril de 2003, cuando se encontraba de gira con su disco 18.
Claro que el foro fue distinto y que la calidad y volumen del audio, así como las luces que hicieron magia y jugaron con la mirada de los espectadores, imprimieron el sello de garantía que todos los presentes aguardaron ilusionados (sobre todo los que por vez primera lo vieron), pero una vez realizado el obligado repaso por lo más destacado de su carrera, nunca llegó esa posible segunda parte del espectáculo en la que éste ejecutara en vivo más de su reciente álbum ?Hotel?.
Mientras que presentó en vivo cinco de las 13 canciones (más tres extras que incluye) de este disco, Richard Melville may decidió repetirse con las canciones más queridas de los mexicanos y de todo el público: Natural Blues, In my Heart, Go, South Side, Next is the E, Porcelaine, In this World, Why Does my Heart Feel so Bad?, entre otras. Claro que esto le fue muy agradecido por su público que no dejó de bailar, brincar y cantar desde que inició el concierto.
El recital de casi dos horas mostró de nuevo a un Moby muy comunicativo, agradecido (no dejó de dar las gracias en cada canción) y amistoso, que lo mismo se presentó como un ?gringo ignorante que sólo habla poquito español y lo entiende poquito también?, que reiteró su clara postura crítica al gobierno de George W. Bush y se apenó por éste.
Lo que sí destacó fue la especial presentación que hizo del guitarrista Guillermo Martínez, de ascendencia mexicana, del que prometió un solo de guitarra ?muy guapo?, pero éste pasó inadvertido.
