BOGOTÁ, COLOMBIA.- Luis Fernando Montoya pese a que se debate entre la vida y la muerte desde el 22 de diciembre, acaricia la lejana esperanza de recibir personalmente el premio como Mejor Entrenador de América.
Montoya encabezó la consulta realizada por el diario el País de Montevideo entre periodistas del continente y de Europa.
El estratega de 47 años fue enterado sobre la proclamación por su esposa María Adriana Herrera y el médico Diego Alfonso Lalinde, director de la unidad de cuidados intensivos de la Clínica las Américas de Medellín.
"Cuando María Adriana y el médico le informaron el viernes sobre su designación, la reacción fue de mucha alegría, y dentro de las grandes esperanzas que tiene es la de ir (a Montevideo) y recibir personalmente el premio. Está trabajando fuertemente en su interior para ir por él", reveló Omar Herrera, cuñado de Montoya.
El neurocirujano Ignacio González, quien lo operó, tras recibir dos disparos en el cuello, y presenció la escena contó "apenas supo se sonrió y no moduló nada, pero se notó que se puso contento, eso puede ser bueno para su estado de ánimo".
El doctor González, dada la gravedad del paciente, no está de acuerdo ni siquiera en trasladarlo a otra clínica local.
"Luis Fernando pasó una buena noche, durmió varias horas y ahora se encuentra en un estado estable pero sigue siendo crítico, por fortuna está un buen momento frente otros días", dijo Herrera.
"Luis Fernando es consciente de su condición pero tiene mucha energía para encararla. Él, la familia, todos alimentamos la esperanza de que en cualquier parte del mundo haya un sitio especializado donde puedan rehabilitarlo, encontrar una solución", manifestó.
Herrera anotó "Luis Fernando y mi hermana desarrollaron un lenguaje propio, se entienden perfectamente".
Montoya fue atacado por asaltantes en su residencia en la población de Caldas, a las afueras de Medellín, al regreso de María Helena luego de que retiró dinero de un banco y compró regalos para entregarlos en la Navidad a niños pobres.
El popular técnico perdió el movimiento en las extremidades y requiere de respiración asistida.