Durango

Morir también cuesta

En caso de no planear adecuadamente las erogaciones, se corre el riesgo de vivir un ?viacrucis? prolongado

Cuando una persona fallece, las personas a manera de consuelo para sus seres queridos citan la frase ?descanse en paz?. Pero si bien es cierto que el cadáver no está consciente de lo que pasa a su alrededor, sus deudos en realidad no pueden hacer suyo ese dicho, ya que además de su pena por la separación se deben enfrentar a múltiples gastos que los presionan.

Y es que la muerte, al igual que el nacimiento conlleva múltiples erogaciones que, de no ser bien planeadas, pueden derivar en un endeudamiento que puede durar mucho tiempo, ya que dependiendo del servicio contratado el pago alcanza cantidades exorbitantes.

De esta forma, los sobrevivientes están a expensas de las funerarias que se pelean a los clientes y, además, las tradiciones, costumbres y creencias implican una inversión mayor en el sepelio.

En la actualidad, un gran porcentaje de las muertes ocurren al seno de las instituciones de salud, de tal forma que se sigue un procedimiento por parte de las autoridades sanitarias. Son los Servicios de Salud de Durango (SSD) los encargados de otorgar a las instituciones tanto públicas como privadas los certificados de defunción.

De esta forma, tal vez luego de una larga agonía, con el pago del hospital comienza el viacrucis de los familiares. Con el documento emitido por los SSD, la persona debe acudir a cualquier oficialía del Registro Civil. El acta que se requiere según la Ley de Hacienda del Estado de Durango tiene un costo de un salario mínimo vigente..

NEGOCIO

Debido a que las agencias funerarias presentan una gran competencia, las personas que pierden a un allegado son el blanco a seguir. De acuerdo con una investigación realizada por El Siglo de Durango, es común que en las propias instituciones de salud exista gente que dé aviso a estos establecimientos del deceso de alguien.

Incluso, el Servicio Médico Forense da parte de los expiraciones que ocurren. Así, es común que en la casa donde haya ocurrido una defunción se den cita cuando menos dos o tres funerarias.

Pero lejos de lo que pudiera creerse, este acoso en ocasiones puede ser mejor para los sobrevivientes, ya que de esta forma pueden escuchar varias ofertas y escoger la que mejor se adecue a su capacidad económica. Los mismos dueños de establecimientos reconocen que cuando una persona se acerca de manera individual es más común que ?le encajen el diente?..

Los empleados que se encargan de captar clientes reciben diversas comisiones, así que entre más reúnan es mejor para sus bolsillos. Hay algunos que optan por merodear los hospitales y ante el desconcierto de los parientes por la muerte de su amado, les ofrecen sus servicios y en ese momento de desconsuelo es probable que accedan.

Según la información recabada cuando se trata de un servicio inmediato, por lo general, no se les pide un anticipo a los allegados, sino que tienen un margen para pagar su deuda.

Dependiendo del féretro que se adquiera el precio por el mismo puede ser desde dos mil pesos hasta alcanzar los 30 mil pesos o más. Los de lujo son en general de maderas finas tales como el cedro y tienen labradas diferentes figuras.

INDISPENSABLE

Pero no hay entierro sin el correspondiente pedazo de tierra que albergue el cuerpo. Es el Panteón Municipal el lugar que muchas personas prefieren. Si se ha comprado con anterioridad el terreno no existe mayor problema, sólo se debe presentar el título de propiedad al momento del sepelio.

Sin embargo, se habrá de pagar por el trabajo desempeñado por los enterradores. Si la gaveta ya fue construida el desembolso será de 344 pesos, pero en caso contrario la erogación es de 650 pesos.

Jesús de la Torre Torres, auxiliar administrativo del Panteón de Oriente, establece que si no tienen una propiedad en el panteón, las personas pueden acceder a lo que se llama ?fosa común?.

?Allí nada más hay que pagar 650 pesos en los adultos cuando es con gaveta y si no, cuesta 472 pesos, que es sólo el hoyo cubierto con tierra. El terreno donde se sepulta la persona es con opción a compra y se les dan siete años para acceder a su perpetuidad para que ellos adquieran este derecho. La fosa común para niños con gaveta cuesta 500 pesos y el otro es de 260 ?, platica. La perpetuidad tiene un costo de mil pesos.

Ahora bien, si se opta por un panteón privado el precio varía de manera considerable. El Panteón Sabino ofrece la propiedad con cuatro gavetas, lápida, cruz y dos floreros de granito (tipo americano) al contado en nueve mil 180. Si opta por comprarlo en mensualidades el precio es de diez mil 200 pesos.

En el caso del Panteón Jardín, el precio se duplica: 22 mil pesos por el bien inmueble o bien si lo paga al contado son 18 mil 700 pesos.

En Durango, algunas funerarias también ofrecen el servicio de cremación. Pero hay quienes no cuentan con los espacios propios para incinerar el cuerpo, así que lo envían ya sea a Torreón o Chihuahua. En este caso el precio es de nueve mil 800 pesos, paquete que incluye un ataúd de presentación, la preparación del cuerpo, la realización de los trámites legales.

En Durango existe un mausoleo privado en donde dependiendo de la ubicación de la urna y el tamaño, el precio puede ser desde los 11 mil hasta los 26 mil pesos. El servicio de incineración del cadáver es de ocho mil 570 el sencillo y 13 mil 910 el de lujo. De esta forma, hasta en la muerte existe la diferencia de las clases sociales.

GASTOS ADICIONALES

La partida ?al más allá? de una persona no sólo consiste en comprar un ataúd para darle el último adiós. Para aquéllos que profesan la religión católica, la misa para rezar por su descanso eterno es indispensable. En este rubro, los precios pueden varias conforme a la capilla que se elija.

En la Catedral Basílica Menor, por ejemplo, la tarifa es de 300 pesos, aunque según la información brindada, si la persona carece de recursos económicos puede ser exento del pago. Si la gente desea realizar liturgias los siguientes tres días, el triduo, como se le conoce comúnmente, cada misa tiene un costo de 70 pesos o de 120 si se requiere del servicio del órgano.

Si se opta por el Templo de Santa Ana la tarifa es de 90 pesos si es cantada y 50 si es rezada. En el Templo del Sagrado Corazón son 50 y 100 pesos; también la diferencia es el canto. San Agustín pide por las honras fúnebres 200 pesos.

En la actualidad la muerte deja verdaderas ganancias para aquéllos que saben aprovecharla. Las coronas fúnebres son también un importante ingreso para los negocios de este giro. En el tamaño y las flores utilizadas en esta forma de condolencia se delimita el número de billetes que se deben desembolsar.

Abel Canales González, trabajador de una sucursal de una de las florerías que se encuentran enfrente del panteón municipal, revela que en promedio vende diez coronas a la semana. La más barata es de 150 pesos, pero por supuesto que sólo tiene las flores más sencillas como clavel, gladiolas, crisantemos. Expone que la palma es la base de este singular adorno de tumbas, ya que así se da una imagen de mayor proporción; por eso, gastan dos docenas y media de esta hoja por cada corona.

En caso de que la persona no escatime gastos con su señal de pésame, rosas y otras flores exóticas expresarán el duelo, pero la cartera perderá 800 pesos. Abel, al igual que otras florerías, tiene un muestrario de fotos con las coronas que ofrece, pero señala que vende más la que cuesta 250 pesos. Cabe mencionar que estos arreglos en promedio tienen una vida de dos días.

SUNTUOSIDADES

Hay quien gusta de llevarle música al difunto mientras se despide de él. Una vez más, todo depende del grupo que se contrate. Mientras los músicos de la Plazuela Baca Ortiz cobran 600 pesos, algunos mariachis ofrecen sus servicios por mil pesos o hasta dos mil.

Y cuando ya se ha enterrado el cuerpo, la economía no descansa todavía, ya que dependiendo de cada persona, falta por hacer la lápida en memoria del ser querido.

Jesús Ramírez Alvarado, propietario de una marmolería y con 25 años en el oficio, explica que cada panteón tiene una medida diferente de la tumba. En el de Oriente las medidas son de 2.30 por 1.15 metros. El Sabino y Panteón Jardín tienen la medida de 1.80 por 80 ó 90 centímetros.

La lápida más sencilla es de dos mil 800 pesos, que incluye una placa, dos jarrones, una cruz y una base. Pero, por supuesto, el precio va aumentando de manera gradual según los elementos que se integren y el material a utilizar que puede ser granito, cantera o mármol.

Pero hay quienes para rendirles un tributo a los que ya fueron de este mundo contratan a los marmoleros para hacer pequeñas capillas que implican una inversión de hasta 50 mil pesos.

Por lo general, son los paisanos radicados en Estados Unidos los que optan por esta clase de servicios, aunque no son muy comunes. Ramírez Alvarado platica que con suerte son uno o dos trabajos de esta índole al año y que las lápidas que más vende son las de cuatro mil 500 pesos o bien la de seis mil 500 pesos.

Ante semejantes egresos, lo mejor es prevenir, ya que, como bien dice la expresión popular, lo único seguro es la muerte.

NOTA RELACIONADA

Defensa

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) asevera que todas las agencias funerarias están obligadas a presentar ante la dependencia un contrato de adhesión para evitar prácticas abusivas en contra de los usuarios.

La recomendación hacia las personas es que antes de firmar algún documento lean bien todas las cláusulas y si en algo no están de acuerdo es mejor no llevar a cabo el contrato. Sobre todo, es importante revisar bien los puntos que vienen en letras pequeñas, ya que en muchas ocasiones contienen información relevante que compromete a los contratantes.

A la fecha, la Profeco no tiene registro de alguna queja interpuesta en contra de una agencia funeraria, pero el exhorto es que los duranguenses se acerquen a la dependencia en caso de ser víctimas de algún abuso. Es indispensable que la gente exija algún documento que avale la prestación del servicio, es decir, algún comprobante de pago, pues sin éste se complica el proceso que sigue la Procuraduría en mención.

ANEXO DE INFORMACIÓN

Para los más pobres.

Hay quienes no tienen más opción que acercarse a la asistencia social ante la muerte de un ser querido.

-En el velatorio del DIF Municipal atienden en promedio 14 servicios al mes.

-Las personas que no pueden pagar deben hacer sus gestiones ante los directivos de la dependencia.

-El pago mínimo es de 700 pesos, que incluye un ataúd económico y el traslado a las honras.

-Este pago no cubre la embalsamación.

-Ofrecen el servicio en la casa por el mismo precio.

-Dependiendo el ataúd los costos pueden variar a tres mil 250 o tres mil 750.

FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.

LEYES

OBLIGACIONES

-Articulo 113. Ninguna inhumación o cremación se hará sin autorización escrita del oficial del Registro Civil, quien se asegurará suficientemente del fallecimiento con el certificado de defunción expedido por médico o persona legalmente autorizada. La inhumación o cremación se efectuará en un lapso de 12 a 48 horas después del fallecimiento, salvo lo que se ordene por la autoridad que corresponda o en los casos en que la persona que falleció sea donadora de órganos, el lapso podrá extenderse hasta las 72 horas.

*Artículo 114. En el acta de defunción se asentarán los datos que el oficial del Registro Civil adquiera, o la declaración que se le haga, y será firmada por dos testigos. Prefiriéndose para el caso, los parientes, si los hay, o los vecinos. Si la persona ha muerto fuera de su habitación uno de los testigos será aquél en cuya casa se haya verificado la defunción, o alguno de los vecinos más inmediatos.

-Artículo 115. El acta de fallecimiento contendrá:

I. El nombre, apellidos, edad, nacionalidad, sexo y domicilio que tuvo el difunto.

Ii. El estado civil de éste; y si era casado o viudo, el nombre, apellido y nacionalidad de su cónyuge.

III. Los nombres de los padres del difunto.

IV. La clase de enfermedad que determinó la muerte, el destino del cadáver, nombre y ubicación del panteón o crematorio y número de orden del oficial del Registro Civil.

V. La hora, día, mes, año y lugar de la muerte, y todos los informes que se obtengan en caso de muerte violenta.

VI.-Nombre, apellidos, número de cédula profesional y domicilio del médico que certifique la defunción.

VII.-Nombre, apellidos, edad y nacionalidad y domicilio del declarante y grado de parentesco en su caso, con el difunto.

VIII.- Los nombres, apellidos, edad, nacionalidad y domicilio de los testigos y si fueren parientes del difunto el grado en que lo sean.

FUENTE: Código Civil del Estado de Durango. Libro primero de las personas. Título Cuarto del Registro Civil. Capítulo IX de las actas de defunción.

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