Decapitan a cinco presos en una rebelión en el estado de Sao Paulo y mantienen como rehenes a 30.
Río de Janeiro, (EFE).- Al menos cinco presos murieron decapitados y treinta personas permanecen como rehenes de amotinados en dos cárceles de Brasil, informaron hoy fuentes oficiales.
En una rebelión que comenzó el martes en una cárcel de Presidente Venceslau, municipio del estado brasileño de Sao Paulo, cinco reclusos murieron a manos de rivales, que mantienen como escudos a diez agentes penitenciarios, informó la Secretaría Estatal de Administración Penitenciaria.
Otros cuatro uniformados fueron liberados durante el día.
Algunos de los sublevados escalaron hasta el techo de uno de los edificios y exhibieron las cabezas de cuatro de las víctimas a las cámaras de la prensa.
Se trata del levantamiento más grave de los últimos 19 años en el complejo carcelario, que tiene capacidad para albergar a 680 personas pero en la que hasta ayer estaban 780 condenados.
La cárcel de Presidente Venceslau, está localizada a 620 kilómetros al oeste de Sao Paulo, la capital regional.
Las autoridades cercaron las instalaciones, pero los negociadores dieron por terminadas por hoy las negociaciones al no convencer a los amotinados a deponer las hostilidades contra un grupo adversario.
Las autoridades atribuyeron la rebelión a una disputa entre organizaciones criminales rivales.
La secretaría de Administración Penitenciaria de Sao Paulo dijo desconocer el número de rebelados y si todos los muertos son presos que integraban grupos rivales o si hay rehenes entre las víctimas.
Según algunas versiones de prensa, la rebelión es liderada por miembros del llamado Primer Comando de la Capital (PCC), una de las mayores organizaciones criminales del país y que es comandada desde las cárceles de Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil.
Ese grupo criminal fue el que organizó hace cuatro años un motín simultáneo en casi 30 penales de Sao Paulo.
En el municipio de Juiz de Fora, a 257 kilómetros de Belo Horizonte, la capital de Minas Gerais, negociadores de la policía intentan poner fin a una rebelión con dieciséis rehenes que comenzó el sábado en la Penitenciaría "Professor Ariosvaldo de Campos Pires".
Informaciones dispares suministradas por la Policía Militar y la Secretaría de Defensa Social de Minas Gerais, permiten establecer que dos agentes penitenciarios y entre diez y catorce personas, que visitaban a los presos, permanecen desde entonces en poder de los amotinados.
El lunes fueron liberadas entre 21 y 16 personas, según las mismas fuentes.
Los presos amotinados reivindican la revisión de penas y transferencias de algunos reclusos que se encuentran lejos de los domicilios de sus familiares.
El motín se registró en uno de los pabellones de la unidad carcelaria, que tiene capacidad para 400 reclusos y abriga en la actualidad a 397.
