El joven jornalero se dirigía a su casa.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Ya no llegó a su casa. Javier de la Torre Sánchez, joven jornalero que laboraba en una factoría de la zona industrial de esta ciudad, murió cuando se dirigía a su casa en bicicleta, al ser arrollado en el Periférico por un auto ?fantasma?, que lo lanzó por el aire más de 40 metros.
El fatal accidente ocurrió a eso de las 06:20 horas, sobre el Periférico, frente a la colonia Ampliación Santa Rosa, antes de subir al puente del canal Sacramento, a la altura de una gasolinera. Fue un automóvil marca Dodge Neón, color negro, de modelo reciente, en el que al parecer viajaban dos o tres damas.
Javier, de 27 años de edad, vecino de calle Cinco de Mayo número diez de la colonia Tierra y Libertad de esta ciudad, le había tocado el turno de noche por lo que su jornada terminó al filo de las seis de la mañana.
Tras despedirse de sus compañeros de trabajo, tomó su bicicleta a bordo de la cual enfiló por el Periférico en dirección poniente a oriente con rumbo a su domicilio, donde lo esperaban su esposa e hijos.
A su alrededor todavía imperaba la oscuridad, el joven jornalero se afanaba pedaleando su biciclo para llegar cuanto antes a su hogar, sin saber lo que le deparaba el destino.
Había alcanzado ya el sitio donde se encuentra la colonia Ampliación Santa Rosa, a varias decenas de metros donde está el puente que cruza el canal Sacramento, cuando de pronto sintió un fuerte golpe por detrás que lo lanzó por el aire.
El impacto fue brutal, el ciclista fue lanzado por el aire por la parte frontal del vehículo que lo embistió por detrás. Entre la bicicleta y el cuerpo de Javier, quedó un espacio de 40 metros, por lo que se estima que el auto era conducido con exceso de velocidad, posiblemente a más de 100 kilómetros por hora.
Un empleado de la gasolinera que se encuentra por el sitio del fatal accidente, observó cuando el Neón, en el que presumiblemente viajaban dos o tres mujeres de aspecto joven, pasó por el expendio de combustible arrastrando parte de la fascia.
Al acercarse a ver qué había sucedido, se dio cuenta que sobre la carretera se hallaba el cuerpo de una persona del sexo masculino, al parecer sin vida. A pocos metros de él, estaba una de las unidades o farolas del auto que lo arrolló.
Rápido, notificó a las autoridades del fatal percance, por lo que se constituyó en lugar Aurelio Urbina Suárez, agente en turno del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, mesa uno, quien una vez que dio fe del cadáver, ordenó su traslado al anfiteatro de la Subprocuraduría General de Justicia del Estado de Durango para que se le practicara la necropsia de Ley.
El médico forense determinó que las causas de la muerte de Javier de la Torre Sánchez, fueron contusión profunda de tórax y abdomen, así como estallamiento de vísceras.
Difícil de resolver
Las muertes por atropellamiento, donde el responsable huye a bordo del vehículo, del que no se tienen sus características, por lo general, resultan muy difíciles de esclarecer, prácticamente son imposibles, dijo Aurelio Urbina Suárez, agente del Ministerio Público de la mesa uno de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal.
Casi siempre no existen testigos de los hechos, por lo que no se cuenta con mayores datos que ayuden a identificar y ubicar al presunto responsable, de ahí la necesidad de la participación de la ciudadanía que pudiera encontrarse con el auto en cuestión.
