Oporto (Portugal) (EFE).- La mujer más anciana de Portugal, María do Couto Maia, que era la segunda más vieja de Europa y la cuarta del mundo, murió a los 114 años y 274 días.
Cuando sólo le restaban 90 días para cumplir un año más, la anciana portuguesa falleció plácidamente en casa de una de sus ocho hijas, en la localidad de Grijo, en los alrededores de Oporto.
Cinco de sus hijas fallecieron antes que ella, que además ha llegado a conocer a siete nietos, diez biznietos y cinco tataranietos.
Sin más dolencias que la edad, Maria do Couto Maia pasó sus dos últimos años en la cama, sin tomar medicamentos y con fama entre sus conocidos de tener "buen diente" y de comer prácticamente cualquier comida.
Con una memoria fresca, pese a la edad, y con reputación de mujer trabajadora, se la recuerda dedicada a las tareas agrícolas cuando a los 106 años.
Uno de sus vecinos de Grijo, Augusto Oliveira Moreira, de 108 años y amigo de la fallecida, ocupará ahora el puesto más anciano del lugar, aunque el de ser la portuguesa más vieja corresponderá a María de Jesús, residente en Madalena, cerca de Tomar, y que tiene 112 años.
La fallecida María do Couto Maia era sólo 116 días más joven que el holandés considerado la persona más anciana del mundo, Hendrikje Van Andel.
Además, María do Couto Maia está considerada la vigésimo segunda persona más anciana de la historia de la que se tiene conocimiento.
