Madrid, (EFE).- La muerte por lapidación de una mujer condenada por una relación extramatrimonial, en Afganistán, supone un caso lamentable pero de ninguna manera refleja un resurgimiento del extremismo islámico en el país, afirmó en Madrid un estudioso de la zona.
El doctor Barnett Rubin, del Centro para la Cooperación Internacional de la Universidad de Nueva York, señaló que la ejecución tuvo lugar en una zona muy aislada y "retrasada" de Afganistán, en la provincia de Badajstán, cerca de la frontera con Tayikistán.
"Se trata de la zona más montañosa de un país montañoso, inaccesible durante gran parte del año debido a las nevadas," declaró, en una conferencia organizada por el Centro Internacional de Toledo para la Paz y el Centro de Investigación para la Paz, en la sede de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior.
La mujer casada, Amina, de 29 años, fue denunciada por adulterio ante las autoridades locales por parte de su marido, cuando éste volvió de Irán tras una ausencia de cinco años y fue lapidada el pasado día 21, según se confirmó el domingo pasado.
Según las fuentes, se trata sólo del primer o segundo caso de lapidación en Afganistán desde la caída del régimen integrista de los Talibán a finales de 2001.
El gobierno central del presidente Hamid Karzai, aseguró Rubin, se opone a semejantes acciones, presuntamente en aplicación de la ley islámica ("sharia") y que fueron habituales durante el régimen de los Talibán.
Rubin reconoció que la nueva Constitución de Afganistán prevé la pena capital, pero resaltó que su aplicación exige la autorización afirmativa del presidente del país.
"No es que (Karzai) puede dejar de indultar al condenado, es que tiene que permitir expresamente la ejecución, lo cual ha hecho en un solo caso", dijo.
El académico estadounidense se declaró oponente de la pena de muerte, comentando: "a mí me gustaría que fuera abolida en Estados Unidos", pero agregó que "en el caso de Afganistán, donde durante decenios ha habido ejecuciones extrajudiciales, ejecuciones sólo después de un proceso justo y con garantías legales supone un gran paso adelante".
